“No cocinamos para engordar, sino para alimentar a las familias”
Los Comedores Económicos trabajan para evitar la obesidad, la hipertensión y la diabetes.
SANTO DOMINGO. Los Comedores Económicos del Estado tienen metas claras y propósitos como institución. Dentro de esos ideales está el superar el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 2, que es lograr el Hambre Cero para Republica Dominicana, así como cocinar para alimentar a las familias, evitando la obesidad, la hipertensión y la diabetes.
Así lo expresó Wandy Robles, director de Operaciones de este organismo, durante su participación en el Diálogo Libre, que cada semana se realiza en este diario.
Dijo que cada día la institución entrega un promedio de 150 mil raciones de comida; solo para el almuerzo, sin incluir el desayuno y la cena. “Si yo tuviera que ponerle un nombre a los Comedores Económicos, yo diría que somos la operación más grande de alimentos de la Republica Dominicana”, indicó Robles.
Recordó que la semana pasada, cuando se celebró la “Semana Mundial de la Alimentación”, la institución no solo está trabajando en la parte de dar el servicio, sino también en ofrecer comida con nutrientes adecuados para lograr que las familias puedan mantener una mejor salud.
Bajo consumo de aceite
Valoró como un punto importante, el bajo consumo de aceite que experimentan los Comedores Económicos, el cual se ha reducido un 45%. “Todo esto se logra por los equipos que utilizamos, como es la sartén por cable; son equipos que se manejan al vapor, diferente a lo que sería la forma tradicional de cocción de los alimentos”.
Explicó que lo que se hace comúnmente es sofreír el arroz, echarle agua, y cuando está listo, le vuelven a echar otra cucharada de aceite. “Ya nosotros no hacemos eso para poder prevenir enfermedades”, añadió el chef.
Organización Mundial de la Salud (OMS)
En cuanto a los parámetros para mantener a la población bajo una dieta balanceada, Robles dijo que, desde hace seis meses, los Comedores Económicos recibieron la instrucción de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de tener en cuenta las enfermedades no transmisibles como la obesidad, la hipertensión y la diabetes.
“Es por eso que una de las cosas en las que hemos trabajado en los menús es bajar el sodio de las comidas reduciendo la cantidad de condimentos y de sal. Por ejemplo, nosotros no tenemos sal cruda en nuestro servicio, como usan algunos restaurantes que después de que te sirven la comida te colocan un pote de sal para echarle más”, orientó el funcionario.
Continuó diciendo: “Una comida nuestra, -te puedo decir mi experiencia como chef- que incluye arroz, habichuela y carne molida, es inexplicable. La calidad de la comida es demasiado buena. Todos nosotros comemos en los Comedores Económicos”, aseguró al mencionar al administrador de la institución y todo el personal.
Resaltó que la institución se ha estado involucrando con las Naciones Unidas para darse a conocer a nivel internacional y que durante el pasado mes de abril se recibió la visita de la ministra de Protección Social de Pakistán, Marvi Memon, en los Comedores Económicos, y que la funcionaria valoró positivamente el trabajo que allí se realiza.
Financiamiento y compras
El administrador de los Comedores Económicos del Estado, Nicolás Calderón, aclaró que el motivo por el que la comida se oferta a solo RD$10 a la población es porque el Gobierno financia toda la actividad de este organismo, por ser una dependencia de la Presidencia de la República.
Con respecto a las compras que realizan los Comedores Económicos, Calderón explicó que estas se hacen cada tres meses y se hacen a través de un proceso de licitación acorde con lo que establece la Ley 340-06 sobre Compras y Contrataciones de Bienes, Servicios, Obras y Concesiones, y se hacen convocatorias públicas a través de los medios de comunicación.
“En la última licitación participaron cerca de 200 empresas, de las cuales más de 60 resultaron ganadoras. Siempre elegimos a las que presentan mejor calidad y precio”, afirmó Calderón.
Sostuvo que todo lo que se compra en esa dependencia estatal es de producción nacional y que ese es uno de los requisitos que establecen.
Agrega que para compras se destinan trimestralmente unos 300 millones de pesos.
La difícil experiencia en Haití
Cuando ocurrió el terremoto que asoló Haití, el martes 12 de enero de 2010, Comedores Económicos fue la primera institución dominicana que acudió a llevar alimentos a ese país, así lo cuenta Isaura Jiménez, encargada del Programa de Alimentación Móvil (PAM).
“Cuando ocurrió el terremoto, yo comencé a llamar a todos los empleados y desde ese mismo día, a las 12:00 de la noche, comenzamos a despachar las cocinas móviles desde Santo Domingo. Cuando llegamos a Jimaní tuvimos que esperar porque no había quien nos recibiera en Haití”, narró Jiménez, al recordar la experiencia que le marcó a ella y su equipo para toda la vida.
Nicolás Calderón, también recordó aquel enero de 2010, “cuando llegamos a este país resulta que no había gobierno, no había con quien hablar; la casa del presidente se destruyó, el Palacio estaba en el suelo y quien nos recibió fue la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización en Haití (MINUSTAH).
Recapituló que todo era un caos y que un coronel de la Minustah que había quedado a cargo le contó que, en momentos del terremoto, su esposa murió mientras estaba haciendo ejercicio en un gimnasio y su hijo que le acompañaba estaba grave de camino a Miami en un avión.
Calderón rememoró que la estrategia implementada fue la de llevar a la gente a los campos de fútbol y solares baldíos, donde contruyeron campamentos para luego coordinar con la Minustah el ingreso de las cocinas móviles que habían dejado en Jimaní.
Isaura Jiménez relata que cuando iban entrando a Haití se veían unas fundas azules y todos pensaban que eran guineos, cuando en realidad eran cadáveres empacados.
Al entrar la comisión de los Comedores Económicos, Jiménez dice que no permitió que el grupo de dominicanos amaneciera en un hotel que había resistido a los temblores y que esa misma noche otra sacudida hizo colapsar la estructura y murieron todos los que estaban dentro.
Dice que esa situación cambió su forma de ser, de pensar, de mirar y de vivir, al ver a tantas personas que tuvieron muchos bienes y perdieron sus negocios y sus familiares.
La delegación de los Comedores Económicos permaneció por más de un mes en Haití y dicen que luego les resultó difícil sacar las cocinas móviles de ese país, porque la gente se negaba a que partieran.