La educación digital se extiende por el país
SANTO DOMINGO. Priscila Esteva Incháustegui, de 13 años, realiza el séptimo grado a través de un ordenador. Reside en Punta Cana, en el este de República Dominicana, pero está matriculada en Bridgeway Homeschool Academy, un centro educativo ubicado en Pensilvania, Estados Unidos.
Priscila, quien estudia por Internet desde hace un año, pasa 25 horas a la semana conectada al computador para recibir la docencia extranjera.
"Mi mamá tiene un preescolar y ahí hay un curso que ella nos ha puesto a nuestra disposición para tomar las clases a través de la computadora. Me conecto a las 8:00 de la mañana y concluyo a la 1:00 de la tarde, todos los días", explicó la adolescente.
Durante su conversación con Diario Libre, la menor dijo sentirse a gusto con esta modalidad porque además de manejar su tiempo, recibe una mejor preparación académica.
"El contenido que estoy aprendiendo es más difícil y al no estar con otros estudiantes puedo avanzar a mi propio nivel, si yo siento que necesito avanzar más, lo hago y si siento que estoy yendo demasiado rápido puedo darme un poco de descanso", precisó. Sin embargo, confesó que a veces extraña el contacto con sus compañeros de colegio.
"Pero tengo otras personas que están conmigo, una que está en quinto, otra en sexto y yo en séptimo, más una profesora que nos ayuda también con las tareas", agregó la joven.
El factor económico, la calidad académica y el tiempo en familia, llevó a Victoria Incháustegui, madre de Priscila, a abandonar la escolaridad convencional.
"La decisión no fue de un día para el próximo, estuve explorando la idea, investigando con otras madres que en Santo Domingo lo hacen, son personas que conozco y respeto. Una de ellas tiene sus tres niños estudiando en casa por Internet", subrayó Incháustegui.
Tras haber enviado por más de 20 años a sus cuatro hijos al colegio, asegura que con el método que eligió para Priscila, su hija menor, se siente más cómoda.
"Yo como mamá veo la ventaja de que, una, ella está estudiando a su ritmo; otra, ella viene a almorzar con nosotros a la casa, que es una parte que se ha perdido mucho en este país, y otra es que le queda más tiempo para hacer cosas de las que a ella le interesan en la tarde", sostuvo.
Por Internet es más barato
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