Taiwán ordena el arresto de constructores de edificio derrumbado en terremoto
Según la fiscalía, los tres ejecutivos de la constructora Weiguan habían creado una nueva empresa, tras declararse en quiebra después de terminar ese edificio en 1994.
TAIPEI. La Fiscalía de la ciudad de Tainan, la más afectada por el seísmo que asoló el sur de Taiwán, ordenó hoy el arresto de los constructores del edificio derrumbado donde se encontraba la mayoría de los cadáveres recuperados y donde aún se espera hallar algún superviviente entre los 107 desaparecidos.
El ministerio público acusa de negligencia profesional a Lin Ming-hui, presidente de la constructora que levantó el edificio, y a sus socios Chang Kui-an y Cheng Chin-kui, también ejecutivos de la empresa.
En los cimientos del edificio, donde se hallaron 40 de los 42 fallecidos confirmados por el momento por el seísmo del sábado, se han encontrado latas vacías y espuma de poliestireno, lo que llevó a abrir una investigación al día siguiente del temblor.
El jefe de la Oficina de la Fiscalía de Tainan, Chen Chien-hung, dijo a la prensa que se ha ordenado la detención de los tres constructores para interrogarlos y que la investigación sigue en marcha.
Según la fiscalía, los tres ejecutivos de la constructora Weiguan habían creado una nueva empresa, tras declararse en quiebra después de terminar ese edificio en 1994.
Al margen de la investigación, los equipos de rescate apuraron hoy sus esperanzas de hallar, casi cuatro días después del seísmo, a los últimos supervivientes, por lo que enviaron maquinaria pesada a la zona para abrir camino y tratar de llegar hasta su ubicación.
Los especialistas siguen detectando señales de vida de al menos 15 personas entre los escombros, según los datos facilitados por los equipos de rescate, pero la operación no está teniendo el éxito esperado por los familiares de los 107 atrapados.
Aunque no se abandonan las esperanzas, el hecho de que este lunes, en el tercer día del rescate, sólo se rescatara a cinco supervivientes y de que hoy se hallaran muertas personas que ayer dieron señales de vida hace temer lo peor.
Los familiares de los desaparecidos, presumiblemente sepultadas entre escombros en el edificio, piden a los equipos de rescate que redoblen sus esfuerzos y no abandonen la esperanza.
“No vamos a parar mientras haya la mínima esperanza”, anunció hoy el alcalde de Tainan, William Lai, que agregó que una retirada de equipos a pie era solo temporal para abrir camino con máquinas pesadas.
Sin ellas, el avance de un metro cuesta a los equipos de rescate unas 10 a 11 horas, dijo Lai, para justificar la necesidad de meter esa maquinaria, en la lucha contra reloj por salvar vidas, al menos las detectadas en los apartamentos F16, F14 y E12.
Esta mañana, los equipos de salvamento encontraron a una madre y su hijo de cuatro años gracias a los perros de rescate, pero ya no daban señales de vida cuando los sacaron de entre los escombros.
El edificio Weiguan Jinlong, el más afectado por el seísmo, tiene unos 200 apartamentos y aún no se han revisado un buen número de ellos, debido a dificultades de acceso, pero se han detectado señales de vida en los bloques F y E.
En una situación similar en 1999 en Taipei, “las operaciones de rescate se extendieron durante diez días y el quinto día se logró rescatar a una persona viva”, aseguró hoy el presidente taiwanés, Ma Ying-jeou, al pedir que se intensifiquen las labores de salvamento.
Las cifras de muertos no aumentan mucho porque la labor se centra aún en salvar supervivientes y no se rescatan los cuerpos de los muertos encontrados, excepto en el caso de que mueran durante las operaciones.
Los familiares de los desaparecidos siguen con expectación la operación de rescate, con la esperanza de que los equipos de rescate elijan dar prioridad al rescate de los apartamentos que albergan a sus seres queridos.
Entre los rescatados ayer con vida se cuentan una niña de 8 años, una empleada doméstica del Sudeste Asiático, un varón de 40, apellidado Li, al que se amputó la pierna izquierda; el de una mujer apellidada Tsao, cuyo esposo murió protegiéndola con su cuerpo; y el de un niño de seis meses, hallado en los brazos de su padre fallecido.
El seísmo de 6,4 grados de magnitud tuvo su epicentro en la aldea de Meinung, al sur de Taiwán y a 16,7 kilómetros de profundidad, y sacudió el sur de la isla a las 03.57 hora local (19.37 GMT del viernes), según el Servicio Meteorológico Central.