Supremo de Delaware (EEUU) declara inconstitucional la ley de pena de muerte

WASHINGTON. El Tribunal Supremo de Delaware (EEUU) declaró hoy inconstitucional la ley de pena de muerte que regía en ese estado porque dejaba en manos de los jueces y no del jurado la decisión final sobre la condena.

El fallo deja la pena capital en Delaware ahora en manos de una dividida Asamblea General, que recientemente debatió y estuvo muy cerca de abolir este castigo.

En consecuencia, la aprobación en el legislativo de una nueva norma que enmiende la tumbada por el Supremo parece hoy por hoy improbable.

El impulsor de ese intento de abolición, el demócrata Sean Lynn, consideró que el fallo judicial de hoy puede implicar el fin de la pena capital en Delaware: “Nuestro objetivo final era que no se ejecutase ninguna condena a muerte en el futuro, si el fallo del Supremo conduce a eso, es lo que debemos considerar”.

El gobernador de Delaware, por su parte, el demócrata Jack Markell, “aplaudió” en un comunicado la decisión judicial y mostró su deseo de que las ejecuciones pasen a ser historia en el estado: “El uso de la pena de muerte es un instrumento judicial deficiente que no nos hace más seguros”.

Delaware, junto a Florida y Alabama, eran los únicos estados en los que un juez podía dictar una condena a muerte sin tener en cuenta la recomendación del jurado.

El Tribunal Supremo de Estados Unidos declaró inconstitucional en enero la ley de Florida por el mismo motivo, por lo que la decisión de hoy de Delaware era previsible.

En Florida los legisladores aprobaron una nueva ley que sustituyó a la declarada inconstitucional, pero la fuerte oposición a la pena capital en la Asamblea General de Delaware hace poco probable que suceda lo mismo.

Lo que aún no se ha determinado es el futuro de los 13 presos que cumplen condena en el corredor de la muerte de Delaware, ya que el fallo del Supremo no tiene efectos retroactivos.

Desde que el Tribunal Supremo de EE.UU. reinstauró la pena de muerte en 1976, Delaware ha ejecutado a 16 presos, el último en 2012.

Si Delaware finalmente no restituye la pena de muerte, se convertirá en el vigésimo de los 50 estados del país en abolir ese castigo.

EFE