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Sophia, la niña mexicana que pidió al papa una reforma migratoria

Se convirtió en la protagonista inesperada del desfile que Francisco realizó este miércoles por las calles de la capital en el papamóvil

LOS ÁNGELES, ESTADOS UNIDOS. Sophia Cruz viajó de Los Ángeles a Washington con un único propósito: abrazar al papa y entregarle una carta solicitándole su colaboración para que Estados Unidos apruebe la reforma migratoria. Y lo logró.

Esta niña mexicana de cinco años se convirtió en la protagonista inesperada del desfile que Francisco realizó este miércoles por las calles de la capital en el papamóvil.

Con mucha habilidad consiguió saltar las vallas de protección y poner en jaque al personal de seguridad. Pero el pontífice la vio y reclamó su presencia.

La comitiva se detuvo y todo el mundo fue testigo del abrazo en el que ambos se fundieron. Embargada por la emoción, la niña no olvidó entregarle su carta.

“En la carta ella cuenta lo que siente como hija de inmigrantes y le pide al papa una reforma migratoria justa”, explicó a la AFP su orgullosa madre, Zoyla Cruz, minutos antes de entrar a misa en una iglesia del centro de Los Ángeles, donde vive la familia.

“También le platica que su papá trabaja mucho como inmigrante, (que) el trabajo es muy pesado” porque su situación irregular no le permite tener condiciones laborales estables.

Como muchas personas, los padres de Sophia llegaron hace años a Estados Unidos en busca de un futuro mejor. Ellos querían sobre todo ayudar a los familiares que tienen en Oaxaca, el estado del sur de México del que provienen.

Sophia y su hermana pequeña Sara forman parte de un grupo de varios millones de niños nacidos en suelo estadounidense cuyos padres pueden ser deportados en cualquier momento por haber entrado en el país de forma ilegal.

Obama aprobó en noviembre pasado varias medidas por decreto ante la inacción del Congreso, y que podían beneficiar a hasta 11 millones de personas, pero un juez de Texas (sur) las congeló al poner en duda su constitucionalidad.

Por eso Sophia no quiso perder la oportunidad de saltar a los brazos de Francisco y contarle su situación.

“Por un momento, me sentí soñar”, afirmó Zoyla sobre el momento en que vio por televisión a su hija. “Yo no me imaginé que llegara a lograrlo. La identifiqué bien rápido por su traje típico” de oaxaqueña.

Sophia es una niña que “tiene mucha fe en todo lo que hace”, aseguró la madre. “Todo lo que se propone, ella lo logra”.

La niña, que viajó a Washington junto a una veintena de feligreses -entre ellos su padre-, acudirá el jueves a las puertas del Congreso para volver a ver al papa, que hablará ante la clase política estadounidense. Si puede, volverá a correr hacia él.

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