Radhamés Rodríguez, de bodeguero a empresario exitoso en Nueva York
NUEVA YORK. El 10 de octubre de 1986 el dominicano Radhamés Rodríguez llegó a los Estados Unidos, específicamente al estado de Nueva York. Su única intención era trabajar por un tiempo y producir dinero para mejorar los negocios que tenía en República Dominicana.
A sus 21 años se podía considerar un joven exitoso. Era dueño de tres colmados en la zona oriental del país. Sin embargo, en 1985 la dura situación económica que se avecinaba debido a la inflación que azotaba el país, lo hizo mirar hacia otros horizontes.
Nacido en la localidad Los Cacaos de la provincia San Cristóbal, Radhamés es el segundo de los seis hijos de Pedro Rodríguez y Carmelita Soto. El mayor de los hermanos fue el primero en emigrar.
“Supuestamente me iba a ir yo, pero le dije: vete tu alante, y así lo hizo”. Ramón Antonio trabajaba en los colmados que tenía su hermano en Catanga, Vietnam y en la avenida San Vicente de Paúl, detrás del Hospital Materno Infantil San Lorenzo de Los Mina.
La noticia de que partirían entristeció a Carmelita, pero mantuvo optimista a Pedro, quien le dijo a su esposa: “Yo confío en ellos y te van a sacar de la pobreza. Sé que no nos fallarán”.
Luego de un año, los hermanos se reencuentran en Nueva York, y de inmediato deciden unirse en sociedad con otra persona, para continuar con la misma línea de negocio que desarrollaban en su país. Apretándose las manos, Radhamés narra lo duro que fue el inicio. “Trabajábamos entre 17 y 18 horas. Solo dormíamos unas cuatro”.
Su hermano menor, Juan Antonio, también llegó a los Estados Unidos y se unió al negocio, que fue creciendo hasta que lograron abrir una segunda bodega.
Con el paso de los años, Radhamés se independiza y en la actualidad es dueño de varias bodegas y “liquor store”, ubicados en El Bronx. La clave: trabajar honradamente. “Los números están ahí y nunca hemos tenido problema con la justicia ni hemos tenido que incurrir en cosas malas”.
Hoy es el secretario general de la Asociación de Bodegueros de Estados Unidos; es vicepresidente de la Comisión de Bodegueros y Empresarios de Nueva York, entidad que se creó para formar una marca país; y es asesor de un banco.
Pese a la “lamentable situación que está pasando República Dominicana” – haciendo referencia a la ola de delincuencia actual- su deseo es pasar los últimos años de vida en el país que lo vio nacer.
“Mi deseo es regresar y vivir mi retiro en República Dominicana, la tierra de mis amores y mis sueños”.