EE.UU. y Pyongyang mantienen el pulso sobre el programa nuclear de Kim Jong-un
MANILA. El secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, abrió ayer en Manila una puerta al diálogo con Corea del Norte si este país renuncia a las pruebas de misiles, mientras el enviado del régimen, Ri Yong-ho, se reafirmó en el desarrollo de armas nucleares.
Tillerson, uno de los 27 cancilleres reunidos en la capital filipina, afirmó que “detener los lanzamientos de misiles es la mejor señal que podría enviar Corea del Norte para mostrar que tiene disposición a dialogar”.
El Gobierno del presidente Donald Trump no había aludido hasta la fecha a pasos concretos a seguir para iniciar negociaciones multilaterales sobre el cada vez más avanzado programa de armas nucleares y misiles del régimen de Kim Jong-un, por lo que las palabras de Tillerson se consideran un primer gesto de apertura.
El jefe de la diplomacia estadounidense no especificó, sin embargo, por cuánto tiempo Corea del Norte ha de cesar sus ensayos de misiles para que se pueda interpretar como una señal positiva de cara al inicio del diálogo
“No es tan sencillo. Se trata de ver su actitud a la hora de buscar un diálogo con nosotros”, afirmó Tillerson, tras matizar que “no ha habido un período de tiempo largo en el que Pyongyang no haya realizado algún tipo de acción provocativa al lanzar misiles balísticos”.
Aseguró que EEUU tiene “otros canales de comunicación” para establecer contacto con el régimen de Kim Jong-un, cuyos dos recientes ensayos de misiles intercontinentales le han costado un nuevo paquete de sanciones de la ONU.
El secretario de Estado estadounidense participó en Manila en la reunión de tres días de los ministros de Exteriores de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), a la que acudieron como invitados los cancilleres de otros 17 países.
La ASEAN está formada por Birmania (Myanmar), Brunei, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam. El canciller de Corea del Norte, Ri Yong-ho, expresó ayer la postura de su Gobierno en la reunión del Foro Regional de la ASEAN celebrada esta jornada.
“Nuestra fuerza nuclear es un recurso de disuasión de la guerra para prevenir un ataque atómico y una invasión militar de EE.UU.”, afirmó Ri durante el cónclave, según una transcripción facilitada a Efe por la organización.
El canciller norcoreano lamentó la resolución impuesta el sábado por el Consejo de Seguridad de la ONU a su país mediante el veto a las exportaciones de varias materias primas y marisco, como castigo por sus dos recientes ensayos de misiles intercontinentales.
Mientras, los medios estatales de Pyongyang emitieron ayer nuevas amenazas a EE.UU., al prometer represalias mediante “una acción justa y decisiva” contra el país norteamericano.
El canciller de Corea del Norte acaparó una fuerte atención en la reunión de la ASEAN ya que coincidía por primera vez con su homólogo estadounidense, aunque Washington descartó la posibilidad de una reunión bilateral.
Tillerson, por su parte, se reunió el domingo con sus homólogos de China, Wang Yi, y Rusia, Serguéi Lavrov, y aseguró que ambos le reiteraron su apoyo a las recientes sanciones de la ONU a Corea del Norte.
El ministro de Exteriores chino sí se reunió con el norcoreano, al que pidió que “no viole las resoluciones de la ONU ni provoque a la comunidad internacional con lanzamientos de misiles o pruebas nucleares”, según indicó después el propio Wang a la prensa.
El enviado de Kim Jong-un también mantuvo una breve reunión con la ministra de Exteriores surcoreana, Kang Kyung-wha, en la que respondió con una negativa a la propuesta de recuperar el diálogo bilateral formulada por el presidente Moon Jae-in, según indicaron fuentes de Exteriores a medios de Seúl.
Por su parte, el ministro de Exteriores de Filipinas, Alan Peter Cayetano, transmitió ayer oficialmente a Ri la postura de la ASEAN en contra del programa de armas nucleares y misiles del régimen comunista.
El enviado de la ASEAN leyó al norcoreano el comunicado oficial de la organización, que expresa una “fuerte preocupación por la escalada de tensión en la península coreana” y acusa a Pyongyang de “amenazar seriamente la paz, la seguridad y la estabilidad en la región y en el mundo”.