Donald Trump asegura que “no había nadie” como el pastor Billy Graham
WASHINGTON. El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo que “no había nadie” como el famoso pastor evangelista Billy Graham, que falleció hoy a la edad de 99 años en su casa de Montreat (Carolina del Norte, EE.UU.).
“El GRAN Billy Graham está muerto. ¡No había nadie como él! Él será extrañado por los cristianos y todas las religiones. Un hombre muy especial”, tuiteó hoy el mandatario tras conocer a primera hora de la mañana el fallecimiento del veterano “televangelista”.
El líder religioso falleció esta mañana en su casa de Montreat, aunque las fuentes cercanas a la familia que citaron los medios locales no precisaron las causas.
El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, se unió a las palabras de Trump y dijo que Graham fue “uno de los más grandes estadounidenses del siglo”.
“Karen (su mujer) y yo nos entristecimos al saber del fallecimiento de uno de los más grandes estadounidenses del siglo”, señaló en su cuenta de Twitter Pence, reconocido católico evangélico.
Además, el vicepresidente indicó que la “inigualable” voz de Graham “cambió la vida de millones”.
“Lloramos su muerte, pero sé con absoluta certeza que hoy escuchó esas palabras, ‘bien hecho, buen y fiel servidor’”, añadió Pence.
Graham, quien en 2005 dejó el liderazgo de su Asociación Evangelista a su hijo Franklin, marcó con su carisma la evolución de la religión evangélica en el país en las últimas seis décadas.
Tras los atentados del 11 septiembre de 2001, Graham fue el encargado de ofrecer el discurso principal en la Catedral de Washington en el llamado “Día Nacional de Oración y Recuerdo”.
Conocido por sus programas de televisión religiosos, Graham obtuvo el apelativo de “reverendo de los presidentes” por haber cultivado amistad con todos los inquilinos de la Casa Blanca desde Harry Truman (1944-1953), sin importar que fueran demócratas o republicanos.
El llamado “televangelista” tuvo una estrecha relación con Richard Nixon (1969-1974), George H.W. Bush (1989-1993) e influyó en el cambio de vida y costumbres de su hijo George W. Bush (2001-2009).