Convención Republicana: sin sorpresas en un escenario de incertidumbres
A pesar de que en parece estar todo dicho, en las últimas semanas un grupo de líderes republicanos ha motivado un Caballo de Troya, llamando a un voto de conciencia.
SD/Redacción. Cuando el 16 de junio de 2015 el magnate estadounidense Donald Trump anunció sus aspiraciones a la candidatura presidencial por el Partido Republicano, es probable que pocos se imaginaran que la convención de este partido, que inicia hoy y que elegirá a su candidato para las presidenciales del próximo noviembre, no tuviera otra opción que elegir...a Trump.
Puesto en duda desde el primer momento, en especial por sus controversiales declaraciones, Trump logró una especie de milagro político con un discurso que caló en el corazón de un movimiento de crítica al status quo republicano y que tiene su mayor fuerza en el movimiento Tea Party.
Hoy la convención republicana, que se desarrollará hasta el jueves en Cleveland, Ohio, iniciará con la ausencia de principales figuras: los expresidentes George Bush, padre e hijo, y los excandidatos presidenciales Mitt Rommey (2008) y John MacCain (2012). Pero la falta de apoyo a Trump también se ha manifestado entre delegados que asistirán al evento político lo que ha mostrado de manera concreta la ruptura entre los líderes y las bases de este partido fundando 1854.
Sin sorpresas
El sistema de elección indirecta establecida en el sistema político estadounidense, a través de delegados en las convenciones partidarias y de colegios electorales en las presidenciales, hace poco probable las sorpresas en estas asambleas partidarias, que de antemano “amarra” el voto de la mayoría de sus delegados durante las primarias.
En el caso republicano, para esta convención participaran 2,472 delegados, de los cuales 1,543 (según la agencia AP) tienen su voto comprometido a Donald Trump, quien los obtuvo durante las primarias que se celebraron desde primero de febrero y el 7 de junio. Estos delegados superan por 306 los necesarios para obtener la candidatura presidencial republicana.
O sea, el empresario neoyorquino tiene asegurado todos los huevos de la canasta en una situación totalmente a su favor: no tiene contrincantes, ya que sus más cercanos contendores Ted Cruz (551 delegados) y Marco Rubio (173 delegados) se retiraron en mayo pasado.
De acuerdo a un artículo publicado en el portal GobiernoUSA.gov, los delegados no comprometidos o que no tienen su voto atado en el Partido Republicano (unbound delegates) proyectados para esta convención son entre 150 y 200, que de suponer voten en contra de Trump no afectarían su asegurada candidatura pues seguiría sumando más de la mitad más uno de los delegados necesarios.
En los primeros meses de las primarias republicanas, algunos analistas apostaban a una convención abierta, que se realiza cuando ninguno de los aspirantes obtiene el número de delegados requeridos. La última convención abierta del Partido Republicano fue en 1948, cuando Thomas E. Dewey se enfrentó a Harry Truman.
Un último intento contra Trump
A pesar de que parece estar todo dicho, en las últimas semanas un grupo de líderes republicanos estatales y delegados ha motivado una especie de Caballo de Troya dentro de la convención, promoviendo lo que han llamado “un voto de conciencia” contra Donald Trump.
El grupo disidente, liderado por Kendal Unruh, delegada de Colorado, había pedido que este “voto de conciencia” fuera incluido en las reglas que regirán la convención, y que son discutidas y aprobadas por un comité de 112 delegados, quienes las envían al pleno de la Convención, que en mayoría debe aprobarlas. Pero esto no ocurrió.
De acuerdo a reportes de agencias internacionales de noticias, se ha rumorado una posibilidad arriesgada para parar la nominación de Trump: que los disidentes se ausente en la primera ronda de votación durante la convención para que no alcance los 1,237 votos necesarios y así forzar a una convención abierta con una segunda vuelta de votación en la que los delegados podrían votar libremente.
Sin embargo, este movimiento ha sido “cortejado” por el presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus, con el propósito de desinflarlo y de evitar una especie de “guerra de votos” durante la convención.
Lo seguro
Todo indica que el jueves, 21 de julio, Donald Trump y su candidato vicepresidencial, Mike Pence, sean declarados de manera oficial la fórmula electoral republicana para las presidenciales de noviembre.
Como rival de la demócrata Hillary Clinton, cuya nominación no presenta disidencias relevantes dentro de su partido, Trump parecía llevar las de perder hasta que la semana pasada una encuesta realizada por The New York Times y CBS daba un empate de un 40% en preferencia.
Otra encuesta, realizada a principios de este mes de julio por USA Today y la Universidad Suffolk, ubica a Clinton seis puntos por encima de Trump, con 46%.
Pero este será un escenario que contará con una mayor claridad mientras más cerca esté la fecha decisiva del 8 de noviembre.