Buscan descifrar mensajes en celular de dominicano acusado de asesinar musulmanes
El móvil fue destruido y expertos de informática tratan de reconstruir el sistema del aparato
NUEVA YORK. Los investigadores del Departamento de Policía de Nueva de York (NYPD) buscan descifrar los mensajes de textos en el celular del dominicano Oscar Morel, acusado por los asesinatos en Queens de dos líderes musulmanes a mediados de agosto.
El jefe de detectives del NYPD, Robert Boyce, dijo que el móvil de Morel había sido destruido y que expertos en informática tratan de reconstruir el sistema para hurgar en mensajes de textos que pudieran revelar el motivo que tuvo el criollo, nativo de Santiago de los Caballeros, para matar a las víctimas.
En una entrevista desde la cárcel, Morel dijo que nunca ha odiado a los musulmanes. Hasta el momento, la acusación se basa en asesinatos en primer grado, pero si se determina que se trató de crímenes de odio, los cargos podrían agravarse para el dominicano.
“Todavía estamos desarrollando un duro trabajo sobre eso porque Morel, aparentemente rompió el teléfono después de asesinar a las víctimas”, explicó el detective Boyce.
“Hemos tenido un tiempo duro con su teléfono. Estaba roto. Es una imitación Android y es un poco difícil entrar en el sistema”, agregó el alto oficial del NYPD.
Morel, de 35 años, es acusado de matar a tiros a Alauddin Akonjee , de 55 años, y su asistente, Thara Miah, de 64, en Queens el 13 de agosto.
Fue detenido tres días después de que la Policía lo conectara con un accidente de tránsito y fuga luego de los asesinatos y a casi una milla de distancia de la escena de los crímenes.
Como parte de las evidencias, la Policía dice que encontró un revólver escondido en una de las paredes de la habitación de Morel, considerada como el arma usada para ultimar a los líderes musulmanes.
Su silencio se ha convertido en un rompecabezas, tanto para los investigadores de homicidios de la Policía como para los fiscales de Queens, que están escarbando minuciosamente en las páginas de redes sociales y mensajes de textos del celular de Morel, para tratar de dar con alguna pista que los lleve al móvil de los homicidios.
Aunque la Policía encontró el revólver presumiblemente utilizado por Morel en sendas ejecuciones y la prueba de balística, el vídeo de seguridad y un testigo clave lo sitúan en la escena del crimen, en el sistema judicial de Estados Unidos.
Morel, que fue instruido de los cargos de asesinatos en primer grado y tenencia ilegal de un arma de fuego, podría ser condenado a cadena perpetua si es declarado o si se declara culpable de los homicidios de los musulmanes.
Su hermano Alvin Morel escribió en Facebook que la familia es de una formación sólidamente católica y que “como todo el mundo, anidamos odio cuando el ataque a las torres gemelas el 9/11 de 2001, pero más de ahí, nunca hemos odiado a nadie y mucho menos por creencias religiosas”.
Reveló que la madre, Ana Morel, padece de cáncer.
Una figura sombría de un hombre como agachado que aparece en el vídeo de seguridad, moviéndose sigilosamente detrás de los clérigos que acababan de salir de la mezquita, no revela claramente si se trata de Morel, pero el carro que abordaba y con el que atropelló a un diseñador de dibujos de tela, en una calle cuando se transportaba en una bicicleta, expone con claridad la descripción física y las característica del vehículo.
El ciclista logró recuperar la lucidez y apuntar el número de la placa, que entregó a la Policía.