Ciudadanos dan un multitudinario apoyo a la Marcha contra la impunidad
Santo domingo. “Soy una ciudadana jodida, harta de la corrupción”. Con tono casi de enojo, respondió Luz Jirón a la pregunta de por qué acudió a la denominada Marcha contra la Impunidad” que se realizó ayer en protesta por la corrupción.
La señora se trasladó desde La Romana, junto a decenas de personas con suéter verde en los que se leía Comisión Nacional de los Derechos Humanos, hasta la intersección de las avenidas Máximo Gómez y 27 de Febrero, en el Distrito Nacional, fijado como punto de partida de la caminata que culminó en el parque Independencia con un manifiesto de los protestantes.
En el documento, que leyó el periodista Jhonatan Liriano, y que repetían a coro los miles de participantes, se proclamó que el la corrupción destapada por el soborno de US$92 millones que la empresa Odebrecht admitió que pagó en el país para conseguir sus contratos de obras de infraestructura, marcaría el fin de la impunidad.
“Nosotros y nosotras, guiados por el ejemplo de grandes hombres y mujeres de nuestra historia, juramos mantener una lucha cívica, ejemplar y permanente hasta que se aplique justicia a todos los corruptos. Hoy domingo 22 de enero del 2017, frente al Altar de la Patria, proclamamos que el caso Odebrecht será el fin de la impunidad en la República Dominicana”, leyó Liriano, uno de los integrantes de Poder Ciudadano, el movimiento cívico integrado por más de 30 organizaciones de la sociedad civil que organizó la marcha.
La activista y educadora María Teresa Cabrera, otra de las organizadoras, ya había informado, como lo habían hecho otros desde tempranas horas de la mañana cuando las personas empezaron a concentrarse en el punto de salida, que la marcha era para demandar que se identificara, se sometiera y condenara a los funcionarios sobornados por Odebrecht.
“Estamos demandando la recuperación del dinero que el Estado perdió por el soborno y la sobrevaluación, pero en base a una auditoría independiente, de todas las obras”.
Luego, advirtió que la de ayer era sólo el comienzo de la movilización, que no darán ni un paso atrás, y que seguirán con un concierto popular en febrero.
La marcha se inició tranquila, pero con mucha agitación a eso de las 10:20 de la mañana, (se convocó para las 10:00). Durante todo su recorrido, primero por la 27 de Febrero hasta la 30 de Marzo, y por ahí hasta el Parque Independencia, siempre custodiada por cientos de agentes policiales apostados a ambos lados de las vías, y una leve parada al pasar por el Palacio Nacional.
Ciudadanos que, aunque no se sumaron a la caminata, salieron hasta las aceras para mirar y decir adiós a los que pasaban y en ocasiones se sumaban a las consignas: “¡Ay qué susto! Se llevan los corruptos”, “Más acción contra la corrupción”, “Nos han quitado tanto, que nos han quitado el miedo”, fueron algunas.
De todos lados
Ataviadas con alguna prenda de vestir color verde (porque es el color de la esperanza, explicó un convocante), las miles de personas que marcharon llegaron desde distintas partes del país y de distintas clases sociales, aunque la mayoría era clase media.
Artistas, religiosos católicos y protestantes, figuras políticas de partidos de oposición y del partido de gobierno, jóvenes solos y familias completas, a pie o en sillas de ruedas, participaron de la manifestación.
En la tarima, colocada en el extremo oeste del parque, cerca de la Puerta del Conde; Carlos Pimentel, Cabrera y Liriano, se alternaban junto a otros jóvenes en los turnos para presentar a los participantes.
El cantautor y político Manuel Jiménez fue de los primeros en cantar, luego de un minuto de silencio en honor de los héroes nacionales y de la entonación del Himno Nacional.
Siguieron algunos raperos, poetas, declamadores y la niña Charlize Nicole, quien recordó las lecciones que le enseñan en la escuela y en la casa sobre lo malo que es robar y la violación a las leyes que ello constituye. El acto terminó faltando 10 minutos para la 1:00 de la tarde.