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Tsunami
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Acciones para salvar vidas en los diez minutos que daría tsunami en el Caribe

l Zona industrial de Haina, Nigua y Palenque serían afectados por ocurrencia del fenómeno

l Los municipios ya definieron sus rutas de evacuación y puntos de encuentro ante un evento

SAN CRISTÓBAL. La parte sur del país tiene un riesgo constante de que sus costas queden, de repente, sumergidas bajo las olas de un gran tsunami. Ello, porque el activismo de la Placa del Caribe, que en su franja norte aloja lo que los científicos conocen como la Trinchera o Fosa de los Muertos, se mantiene en movimiento y puede sufrir un gran deslizamiento en cualquier momento, provocando grandes olas que cubrirían parte de las costas dominicanas. Una de las zona que resultaría entre las más afectas es San Cristóbal, en sus municipios costeros de Nigua, Haina y Palenque, donde ya estudios de batimetría han demostrado a los geólogos nacionales que una larga franja de la costa se inundaría hasta más de 500 metros en tierra.

Gran parte de esa franja está habitada, hay negocios y fábricas, con el agravante de que, en caso de que ocurra un movimiento fuerte, estimado en unos 8 grados, las olas llegarían a la costa en unos 10 minutos aproximadamente, según las proyecciones realizadas.

¿Cómo salvarse si ello ocurre? “Las acciones no se pueden dejar para el momento en que ocurra el hecho. Hay que estar preparados”, responde Bernardo Rodríguez, coordinador del proyecto “Acciones que Salvan Vidas”, una iniciativa que se realiza en los referidos municipios bajo la coordinación del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) con financiamiento del Programa de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Unión Europea.

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Rodríguez explica que aunque el tsunami no es prevenible, hay acciones que ayudan a mitigar sus efectos para evitar, cuando menos, que se pierdan vidas humanas. Y en eso trabaja en un grupo de comunitarios de Nigua, Palenque y Haina, que en sus respectivos municipios se hacen llamar “Equipo Acción Tsumani”.

El equipo lo conforman miembros de los bomberos y la Defensa civil, y tiene la finalidad de alertar las personas sobre la inminente llegada de un tsunami y ayudarlas a que se movilicen a zonas más seguras.

“Tan pronto tenemos la información, nosotros activamos el PMR (Programa de Mitigación y Respuesta) y salimos a ver las zonas más afectadas para tomar la decisión de evacuar inmediatamente”, indica Melvin Rigoberto Frías, director el equipo en Nigua.

Ese municipio cuenta con seis puntos de encuentros, zonas que se consideran segura, fuera el área que las simulaciones de olas señalan que sería afectada.

El Equipo de Acción Tsumani también tiene identificadas las rutas por las que deben movilizarse las personas, aunque todavía no se ha colocado la señalización por temor a que los letreros puedan ser robados.

Melvin entiende que se tiene que seguir orientando a la comunidad, no solo para que conozcan la importancia de esos letreros una vez se coloquen, sino también para que sepan reaccionar ante la llamada de alerta.

El equipo todavía define si usara una sirena de viento municipal o sectorial para dar la voz de alarma, pero deben decidirse en los próximos días, pues para principio de septiembre se tiene previsto realizar un simulacro de tsumani que les permita medir la capacidad de reacción de la población y de coordinación entre los miembros de PMR, integrado por los representantes locales de todos los organismos de socorro del país.

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El proyecto

La preparación, tanto de personal como de equipos, es uno de los componentes en los que se enfoca el proyecto de PNUD que abarca, la formación de ingenieros, arquitectos y maestros construcción para que empleen en sus obras las previsiones antisísmicas.

Rodríguez explica que “Acciones que Salvan Vidas” inició en agosto del año pasado con una primera fase diagnóstica, para evaluar los riesgos y las capacidades de los organismos de socorro. “El resultado fue una gran carencia de equipos, de conocimientos, no existía un plan y había una desarticulación de sectores, pues todo el mundo estaba de su lado”, detalla. Advierte que ante ese escenario se corre el riego de que las personas no sean evacuadas a tiempo y que la población no sepa cómo actuar ante el fenómeno.

El plan siguió con talleres a las autoridades locales sobre cómo debe funcionar un plan de respuestas y se les asesoró para que diseñaran sus protocolos de actuación, planes de contingencia y sistema de alerta temprana. Se realizaron los mapas, se formaron los PMR en cada municipio, a los que se dotará de las herramientas imprescindibles para operar.

El trabajo continúa con charlas y talleres a las comunidades, sobre cómo actuar y reconocer las alertas. Además se vinculó al sector privado para que comparta sus experiencias en la creación de sus planes de contingencia.

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