A tres semanas de explosión, Villas Agrícolas se levanta poco a poco
A tres semanas y un día de la trágica explosión de la fábrica de plásticos Polyplas ocurrida el 5 de diciembre en el barrio Villas Agrícolas, las autoridades continúan trabajando para reparar daños.
Ya, decenas de casas han sido pintadas, otras tres fueron demolidas para su posterior reconstrucción y se ha creado un fondo económico de emergencia para resarcir a los afectados.
Muchos de los afectados reciben diariamente entre 1,500 y 2,000 pesos como pago de dieta y pago de hotel o alojamientos. Algunos han recibidos cheques, según la evaluación de los daños menores, por un valor de 11 mil pesos. Sin embargo, tanto seguros Sura, como Polyplas y TransGas se han negado a ofrecer detalles sobre bajo cuáles condiciones contractuales se efectúan los pagos.
Dentro de la Polyplas han sido retiradas decenas de toneladas de escombros. Empleados contratados y pertenecientes a la empresa trabajan en el restablecimiento de las naves que resultaron con menos daños. La empresa Polyplas ha colocado una gran barrera de zinc en la zona de desastre que da a su parte trasera.
La explosión de Polyplas oscureció el cielo del Gran Santo Domingo y su onda expansiva afectó oficinas, casas y edificaciones incluso, a varios kilómetros de distancia. Dejó 8 muertos, 103 heridos, más de 22 vehículos aplastados, 25 familias en las calles y más de 50 casas afectadas.
Los rumores de que muchos de los afectados tenían la intención de demandar a la empresa, no se ha hecho esperar. En días pasados Diario Libre pudo ver en el lugar al abogado José Martínez Hoepelman, quien al ser preguntado sobre qué lo traía por el lugar contestó que solo fue a mirar la situación.
La lucha de intereses ha traído diferencias en estas tres semanas entre Manuel Díez Cabral y Arturo Santana, propietarios de Polyplas y TransGas respectivamente, luego de que a través de una conversación filtrada en los medios, se comprobara la oposición del segundo empresario a que se afectase el nombre de una de sus compañías.
En el Club Deportivo y Cultural Los Pioneros, todavía se continúa trabajando en las terapias psicológicas grupales para los habitantes del sector y empleados de la fábrica afectados por la explosión.
Aunque con baja asistencia, las escuelas y liceos del lugar hace días que comenzaron a operar; así como también los centros de cuidados de niños del Instituto Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia (INAIPI) contiguos al lugar de la expulsión.
Una fuente informó que el Plan Social de la Presidencia planea junto a los Comedores Económicos del Estado la realización de una cena navideña en la barrida.