Los cereales estaban ya ‘domesticados’ en Siria en año 8.500 antes de Cristo
MADRID. Hace unos 13.000 años, los pueblos cazadores recolectores de Próximo Oriente comenzaron a plantar cereales, dando origen así a una práctica que ha sostenido al género humano hasta nuestros días: la agricultura.
Ahora, un estudio internacional publicado en la revista PNAS afina un poco más y establece que la agricultura ‘moderna’ surgió en el año 8.500 antes de Cristo en un poblado sirio que fue capaz de “domesticar” los cereales.
El trabajo ha sido realizado por investigadores de la Universidad del País Vasco (norte), de la Universidad de Cantabria (norte), y del Instituto Milá y Fontanals, junto a científicos de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) y la de Londres (Reino Unido).
“Domesticar una especie silvestre consiste en seleccionarla genéticamente de forma que su reproducción dependa de la acción humana, una selección genética que en el Neolítico se realizaba, por ejemplo, con la selección de semillas”, explica a Efe el investigador del Instituto Milá y Fontanals del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y director del trabajo y de las excavaciones, Juan José Ibáñez.
La agricultura comenzó cuando las poblaciones de cazadores recolectores empezaron a recolectar cereales silvestres, unos cereales que más adelante fueron cultivados y cosechados con hoces.
La invención de la agricultura tuvo lugar en distintos centros en todo el mundo, pero el más antiguo es el de Próximo Oriente, donde se domesticaron los principales cereales (trigo y cebadas) y varias clases de leguminosas como las lentejas o las habas, agrega el investigador.
“Esta manipulación humana llevó a la selección genética de los granos de cereal y, con ello, a la aparición de nuevas especies domésticas”, afirma Ibáñez.
El estudio se ha llevado a cabo en el yacimiento sirio de Tell Qarassa Norte, del que se han recuperado las semillas carbonizadas de tres especies de cereales: la cebada y dos tipos de trigo (la escaña y el farro).
Hasta entonces, se sabía que la recolección silvestre de cereales empezó entorno al año 18.000 antes de Cristo, que sobre el año 11.000 (a de C.) comenzaron a cultivar plantas, y que para el 8.000 (a de C.), ya hay domesticación de plantas en el Próximo Oriente.
“Lo que el yacimiento nos ha dado es algo así como una fotografía del momento de transición, que tuvo lugar hacia el año 8.500 antes de Cristo, cuando parte de los cereales que consumía esta población eran domésticos y parte silvestres”, asegura el investigador.
El estudio demuestra que en este lugar del sur de Siria “la domesticación se estaba llevando a cabo y que, además, es el lugar más antiguo del mundo en el que ocurría esto”.
Los investigadores han llegado a esta conclusión porque el 30 por ciento de las plantas estudiadas del yacimiento y de los cereales documentados tienen el raquis sólido, es decir, la unión entre el grano y la espiga es fuerte.
“En los cereales silvestres es frágil y cuando la espiga madura y el grano cae y la planta se reproduce de forma natural pero cuando se manipula genéticamente y se domestica, esta unión es sólida y por eso, a pesar de estar madura la planta, la espiga no se desarticula, sino que hay que separarla de manera manual. Esto ocurre porque se han inhibido los mecanismos naturales de reproducción de la planta”.
Los datos obtenidos en Tell Qarassa demuestran el avanzado desarrollo técnico de esas primeras comunidades agrícolas y que la domesticación de cereales se llevó a cabo con distinto ritmo en las diferentes regiones de Próximo Oriente.
“Ahora queda por ver si la agricultura de este tipo se estaba produciendo de forma coetánea en otros lugares de Próximo Oriente o si desde este centro se expandieron el uso de cereales domesticados y la agricultura doméstica”, concluye Ibáñez.