Apresan a cinco dominicanos por decomiso de más de una tonelada de cocaína en el Caribe

SAN JUAN. La Guardia Costera de Estados Unidos decomisó 929 kilos de cocaína junto a aguas de la isla de Santa Cruz (Islas Vírgenes de los Estados Unidos) y otros 400 kilos de la misma droga en Puerto Rico, según informó hoy a través de un comunicado la agencia del país norteamericano.

El comunicado detalla que el cargamento de Islas Vírgenes fue decomisado el martes y el encontrado en aguas de Puerto Rico el pasado domingo, que en conjunto hubiera alcanzado en el mercado negro un valor superior a los 44 millones de dólares.

Durante las dos operaciones se detuvo a cinco personas de nacionalidad dominicana que fueron entregadas al Departamento de Justicia de los Estados Unidos para su enjuiciamiento.

Tres serán acusados por la Fiscalía para el Distrito de Islas Vírgenes y dos por la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos para el Distrito de Puerto Rico.

La primera operación tuvo lugar el pasado domingo cuando una embarcación de 30 pies de eslora (9 metros) fue detectado por un avión de la Guardia Costera con base en Miami HC-144 Ocean Sentry en aguas cercanas a Puerto Rico.

Un barco de la Guardia Costera del Sector San Juan interceptó la embarcación sospechosa en la que viajaban dos individuos que fueron detenidos y que escondían un cargamento de 400 kilogramos de cocaína.

La segunda operación se llevó a cabo durante la noche del pasado martes, cuando una embarcación de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos detectó una segunda lancha proveniente de Santa Cruz en la que viajaban tres sospechosos a los que se decomisó aproximadamente 929 kilogramos de cocaína.

El comunicado destaca que los arrestos son consecuencia de los esfuerzos de colaboración de la Guardia Costera con otras organizaciones como el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos en Puerto Rico, la Oficina de Seguridad Interna del Servicio de Inmigración y Control de Aduana y las Fuerzas Unidas de Rápida Acción de la Policía puertorriqueña.

EFE