El parque arqueológico La Isabela, en estado crítico por la erosión

El 27 de agosto despegaba el dron en La Isabela, donde se encuentran los restos de la primera villa fundada en el nuevo mundo por los europeos, la cual, en 2018, República Dominicana solicitó ante la Unesco que fuera declarada patrimonio mundial. Desde el aire se puede ver lo que fuera el asentamiento militar, donde el mismo Cristóbal Colón tenía una casa, de la que quedan los cimientos y otros restos cubiertos por un techo de cana en un parque arqueológico que tiene unas ocho hectáreas de extensión.

Pero lo que la cámara del drone muestra es preocupante. Parte de lo que era la casa del almirante ha caído al mar. Al explorar el farallón, es evidente la erosión del complejo arqueológico, en gran parte de sus aproximadamente 300 metros de costa.

Se pueden observar rocas y árboles que se han desplomado al mar recientemente, poniendo en inminente peligro los restos arqueológicos.

Tema que preocupa

Al ser consultado por Diario Libre sobre la situación de la Isabela, el Ministerio de Cultura explicó que la erosión del farallón les preocupa. 

“La erosión costera en el Parque Histórico y Arqueológico La Isabela ha sido un tema de preocupación, desde hace unos años, ha sido monitoreada por el Ministerio de Cultura y por entidades extranjeras con interés en la preservación del sitio. Existen informes técnicos sobre el tema de distintas universidades del exterior, la Free University Amsterdam, en febrero del 2015, y la Indiana University, en diciembre del 2019, que expresan la problemática y posibles soluciones sujeto a estudios e investigaciones más profundas”, explicó Yamilé Rodríguez Asilis, coordinadora técnica del Ministerio de Cultura, vía la Oficina de Acceso a la Información.

En diciembre de 2019 la universidad de Indiana presentó el informe “Evaluación de la Erosión Costera de la Isabela y Recomendaciones”, el cual actualizó las recomendaciones hechas en el 2007 por la Asistencia Técnica de la Unesco. En el reporte trabajaron representantes de la Universidad de Indiana, el Centro de Actividades Submarinas y la División de Recursos Culturales de Ciencias y Parques Estatales de California. El objetivo principal era recopilar datos de referencia relacionados con el problema crítico de la erosión del suelo en la Casa de Colón. Según el informe, la acción de olas elevadas durante las tormentas estacionales han erosionado la costa, amenazando la estructura y la integridad del terraplén, además de las características arqueológicas directamente adyacentes.

Deterioro 

Para los especialistas, ya en el 2019 el deterioro de la Casa de Colón era más que crítico y requería de estabilización de emergencia.

Según las características del sitio, el informe recomendó la instalación de un revestimiento de escollera escalonada e inclinada de rocas y cantos rodados locales para estabilizar el acantilado. El revestimiento de escoller consiste en capas de rocas de varios tamaños colocadas en un banco inclinado de unos 15 metros de largo. La variación en el tamaño y la superficies angulares ásperas de la roca permiten que el revestimiento absorba el impacto de las olas, en lugar de desviar el flujo, que podría causar erosión en cualquier lado de la estructura. 

Según los expertos La Isabela ha experimentado un cambio físico dramático, más recientemente incluye la pérdida de tierras que, en su mayoría, son irrecuperables. Para mantener su autenticidad e integridad, el principio predominante es centrarse en la conservación preventiva, en mitigar y prevenir los factores de deterioro.

Para evaluar la futura erosión, morfología y control de la erosión de los acantilados marinos, recomendaron estudios LIDAR (detección de luz y rango) aéreos y terrestres, que luego pueden ser utilizados para cuantificar los cambios volumétricos y predecir posibles fallas en el farallón. 

Según el Ministerio de Cultura, técnicos de la Dirección Nacional de Patrimonio Monumental (DNPM) realizan visitas frecuentes, aproximadamente cada dos meses, presentando informes del estado de las ruinas arqueológicas y la erosión de la costa. Concluyen que se ha mantenido el mismo estado en los últimos dos años. También explican que a finales de 2020, la DNPM solicitó a la Autoridad Nacional de Asuntos Marítimos (ANAMAR) un Estudio de Caracterización para la Protección Costera, quienes completaron un “Informe de Fotogrametría Parque Histórico y Arqueológico La Isabela”, con fecha de noviembre de 2021, pendiente de completar unos estudios de batimetría.

Por su parte, el presidente de ANAMAR, Jimmy Constantino García Saviñón, explicó que la batimetría, o estudio de profundidades, no se ha podido realizar por las condiciones del mar en invierno y también se ha retrasado por solicitudes urgentes de otras instituciones del Gobierno para hacer batimetrías en Puerto Taíno Bay, en Puerto Plata, y del puerto de Manzanillo, que ,según Saviñón, son prioridad alta del gobierno. “Ahora mismo, el multihaz con el que realizamos las batimetrías está camino a Noruega para mantenimiento. Desde que regrese de mantenimiento procederemos a realizar la batimetría, o estudio de profundidades”, sostuvo.

Al comparar imágenes satelitales de Google Earth se puede observar la erosión del farallón, especialmente luego del paso de los huracanes Irma y María en 2017.

De acuerdo con el Ministerio de Cultura, en junio del 2022, se procesó un estudio preliminar de reconocimiento geológico, el cual arrojó datos y detalles sobre la erosión, conclusiones para la protección del acantilado y recomendaciones de estudios marinos detallados para la mitigación del agente erosivo principal, el oleaje. “Actualmente nos encontramos a la espera de realizar los estudios marinos, que en conjunto con las recomendaciones geotécnica, arrojarán una solución integral de la erosión costera del Parque Histórico y Arqueológico La Isabela, la cual debe preservar el paisaje natural del primer asentamiento en América como sitio nominado a Patrimonio Mundial ante la Unesco”, concluyeron.