Estadounidenses asesinados en México acompañaban a una amiga a hacerse una cirugía plástica
Uno de los asesinados le advirtió a los demás que era peligroso cruzar la frontera solos
La historia parece sacada de una serie de televisión: cuatro amigos emprenden un viaje desde Carolina del Norte hacia Matamoros, México, para que Latavia “Tay” McGee, una afroamericana, madre de seis hijos pudiera realizarse una cirugía estética. La historia terminó con dos de los amigos muertos, uno con herida de bala y la que iba a ser operada, que salió ilesa (y sin cirugía) del fatídico trayecto sin final feliz.
Todo estaba listo para el viaje que le devolvería a McGee una figura esbelta, los cuatro amigos,
, Eric James Williams, y Zindell Brown, abordaron el vehículo en el que llegarían a su destino el pasado viernes 3 de marzo.
“No deberíamos ir", dijo Brown, uno de los fallecidos antes de emprender el viaje. Su hermana aseguró que él no quería ir al viaje y al parecer trataba de convencer a los demás de abortar la misión. Parece que conocía de los peligros de que cuatro estadounidenses cruzaran solos la frontera sin ningún tipo de seguridad. “No deberíamos bajar'”, insistió Brown, sin poder bajarse del viaje que lo llevaría a la muerte.
Minutos después de haber cruzado la frontera en una minivan color blanco, el camino ya casi llegaba a su inesperado final. Todo seguía el curso esperando, cuando el vehículo se estrelló y recibió disparos, producto de los impactos de bala que comenzaron a recibir por parte de miembros de un cartel mexicano. Era un secuestro.
Matamoros es una ciudad dominada por facciones del poderoso cártel de la droga del Golfo de México, que a menudo se pelean entre sí. En medio de la violencia, miles de mexicanos han desaparecido solo en el estado de Tamaulipas.
Con dos de sus amigos muertos y uno herido, Latavia y Woodard (el herido, que también es su primo) son sacados del vehículo y trasladados a la parte trasera de una camioneta por los secuestradores, mientras sus amigos asesinados son brutalmente arrastrados hacia el mismo vehículo.
Cinco días después son reportados como desaparecidos por sus familiares. El FBI toma el mando de las investigaciones y ofrece una recompensa de 50 mil dólares para quienes puedan dar una pista sobre los desaparecidos.
El martes en la tarde, Latavia y Woodard fueron encontrados junto a sus dos amigos fallecidos en una choza de madera, custodiada por un hombre que fue arrestado, en una zona rural al este de Matamoros llamada Ejido Tecolote camino al Golfo llamada “Playa Bagdad”.
Este miércoles, los cuerpos están siendo evaluados por un forense, mientras que los otros dos fueron trasladados en vehículos blindados hacia Texas, sin cirugía y con una trágica historia que contar.
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