Marc Anthony derrocha con ritmos caribeños Festival Viña del Mar
El artista fue galardonado con dos Antorchas y dos Gaviotas, una de ellas de oro.
VIÑA DEL MAR, CHILE.- El estadounidense Marc Anthony inundó hoy en salsa la segunda noche del Festival de Viña del Mar y le sacó todo el jugo a la velada con un derroche de ritmos caribeños, frenéticos bailes y auténtica simpatía, de esa que no se vende en lata.
El artista estrella de la noche obtuvo con méritos dos Antorchas y dos Gaviotas, una de ellas de oro.
La demostración comenzó a las 1.27 horas (4.27 GMT), cuando el salsero descendió de lo alto de la tarima en la que se apostó su banda y, enfundado en sus impenetrables gafas negras de aviador, se posó con gesto serio ante el escenario de la Quinta Vergara.
Pero fue alzar la voz y desaparecer todo adusto semblante para comenzar a repartir sin miramientos una oleada de sensuales bailes de cadera y gestos de complicidad con los 15.000 espectadores que atestaron el anfiteatro.
Inició el espectáculo con la canción "Aguanile" , seguido con"Hubo alguien", "Tengo tanto miedo de perderte", "Hasta ayer" o el conocido "Valió la pena", todas convirtieron el evento en una fiesta con Marc Anthony como maestro de ceremonias, en perfecta comunión con el público y con su banda.
"He viajado por el mundo entero y cada vez que me preguntan 'cuál fue ese momento', yo digo que es un lugar que se llama Viña del Mar", confesó el salsero.
Marc Anthony ya ha visitado en ocasiones anteriores el balneario chileno en 2009, y en su regreso aseguró sentirse "como en casa", arropado por un público con mayoría femenina que le lanzó piropos al artista.
También interpretó la canción "Y como es él", del español José Luis Perales, que se encontraba en primera fila del público como miembro de las competencias internacional y folclórica del certamen.
Alentado por el público, José Luis Perales subió al escenario e interpretó la canción junto a Marc Anthony.
"Qué precio tiene el cielo" y con una seguidilla de sus mejores bailes, el artista se llevó por petición popular los cuatro galardones del festival.
Después de hora y media de espectáculo, Marc Anthony optó por "Tu amor me hace bien" para despedirse del público y dejar la sensación de que lo bueno presentado con entrega y dedicación es, sin duda, bueno.
El artista estrella de la noche obtuvo con méritos dos Antorchas y dos Gaviotas, una de ellas de oro.
La demostración comenzó a las 1.27 horas (4.27 GMT), cuando el salsero descendió de lo alto de la tarima en la que se apostó su banda y, enfundado en sus impenetrables gafas negras de aviador, se posó con gesto serio ante el escenario de la Quinta Vergara.
Pero fue alzar la voz y desaparecer todo adusto semblante para comenzar a repartir sin miramientos una oleada de sensuales bailes de cadera y gestos de complicidad con los 15.000 espectadores que atestaron el anfiteatro.
Inició el espectáculo con la canción "Aguanile" , seguido con"Hubo alguien", "Tengo tanto miedo de perderte", "Hasta ayer" o el conocido "Valió la pena", todas convirtieron el evento en una fiesta con Marc Anthony como maestro de ceremonias, en perfecta comunión con el público y con su banda.
"He viajado por el mundo entero y cada vez que me preguntan 'cuál fue ese momento', yo digo que es un lugar que se llama Viña del Mar", confesó el salsero.
Marc Anthony ya ha visitado en ocasiones anteriores el balneario chileno en 2009, y en su regreso aseguró sentirse "como en casa", arropado por un público con mayoría femenina que le lanzó piropos al artista.
También interpretó la canción "Y como es él", del español José Luis Perales, que se encontraba en primera fila del público como miembro de las competencias internacional y folclórica del certamen.
Alentado por el público, José Luis Perales subió al escenario e interpretó la canción junto a Marc Anthony.
"Qué precio tiene el cielo" y con una seguidilla de sus mejores bailes, el artista se llevó por petición popular los cuatro galardones del festival.
Después de hora y media de espectáculo, Marc Anthony optó por "Tu amor me hace bien" para despedirse del público y dejar la sensación de que lo bueno presentado con entrega y dedicación es, sin duda, bueno.
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