Moca, el pueblo de antes

Eduardo García Michel ha escrito este libro que, al yo leerlo, he ido recordando lo que fue Moca, el pueblo en que nacimos. Por eso tiene que estar en manos de todo los mocanos, porque nos trae, Eduardo, el alma heroica, cariñosa y con muchos sentimientos del pueblo en que nacimos. Recordaremos amigos, familiares, héroes, sacerdotes, maestros, escuelas, calles, iglesias, pintores, escritores, colegios, teatro, estrellas, parques y miles de cosas de las que disfrutamos desde que nacimos.

Los nuevos mocanos deben leer todo lo que fue el pasado. Yo sé que Moca, como todos los demás pueblos, ha ido cambiando para bien, pero conocer la anterioridad les dará a los de hoy un estudio incondicional y alegre de saber lo que fue cada quien que ahora no está en vida pero que dejó sus manos en nuestro país, y saber también de los que todavía con vida vamos a Moca a vivir y recordar con sonrisa ese tiempo y lugares en que vivimos.

Este libro tiene fotos que nos hacen revivir. Hay en ella, personas que queríamos mucho, otras tantas que fueron héroes contra la dictadura, médicos que no dieron la vida, cantantes que nos deleitaron con orgullo, educadores que dejaron su huella profunda en nuestra generación, agricultores exitosos, en fin, miles de mocanos que hoy viven en nuestros corazones.

Ya muchos de los mocanos vivimos fuera de allá, pero llevamos a nuestros hijos cuando eran pequeños y ahora a nuestros nietos para que vean como fuimos ayer y como somos hoy, en consecuencias, amorosas, cómo nos hizo Moca.

También nos cuenta, Eduardo García Michel, en su libro, cuándo y en qué tiempo tuvimos acceso a los teléfonos. Y saber, para los de hoy, que eso no era de todos, tener un teléfono era un privilegio muy costoso en esos años de nuestra infancia, no como hoy que todo el mundo, además de teléfonos, tiene celulares agradecidos.

Leer este libro me ha llenado el corazón con muchos y positivos recuerdos. Por eso, se los digo a ustedes mocanos y mocanas que lo leen, busquen este libro y sabrán todo lo que Eduardo García Michel nos ha dado con tanto cariño.

##ctrlnotaampfooter##