Nueve secretos para que la vuelta a clases sea todo un éxito

La salud afecta el desempeño académico. Los padres pueden contribuir al aprendizaje de sus hijos al fomentar un estilo de vida saludable

Los alumnos saludables aprenden más. (Shutterstock)

Para tener un año escolar fantástico, los niños deben estar sanos. De hecho, los alumnos saludables aprenden más. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) tienen consejos y recursos para padres y escuelas para ayudar a los niños y adolescentes a ponerse en forma y estar sanos, tanto quienes apenas comienzan el preescolar como quienes están por empezar la secundaria.

“Como padre y abuelo, sé que el regreso a la escuela es una época llena de tareas por hacer. Y aunque implique agregar una tarea más a la lista, recomiendo a los padres y alumnos seguir algunos consejos esenciales para la salud”, dijo el director de los CDC, el Dr. Robert R. Redfield. “Vacunarse contra la gripe este otoño, lavarse las manos seguido y hacer actividad física ayudará a que los alumnos estén más sanos y sean más productivos este año académico”.

Lavarse las manos

Los microbios están por todos lados. Si toca una superficie con microbios y después se toca la cara, puede enfermarse.

Pero esto se puede evitar. Lavarse las manos con agua y jabón es una de las mejores maneras de eliminar los microbios, evitar enfermarse y prevenir el contagio de resfriados, gripe y otras enfermedades.

Padres, maestros y estudiantes informados pueden enseñar a otros a lavarse bien las manos para que las personas no transmitan microbios ni enfermedades a los demás. En la escuela, es importante que los alumnos se laven las manos antes de comer, después de ir al baño y después de limpiarse la nariz, toser o estornudar. Lavarse bien las manos también ayuda a que los alumnos, sus familias y el personal de la escuela estén sanos para así no faltar a la escuela ni al trabajo.

Comer bien y hacer actividad física

Mantener un peso saludable es muy importante, en especial para los niños. Casi uno de cada cinco niños en los estadounidenses tienen obesidad, lo que los pone en riesgo de tener asma, apnea del sueño, problemas de huesos y articulaciones, presión arterial alta, niveles altos de colesterol y diabetes tipo 2. Los niños con obesidad también son más propensos a sufrir aislamiento social, depresión y baja autoestima.

La mayoría de los niños consume casi la mitad de sus calorías en la escuela. Por eso, la escuela es un lugar ideal para aprender a comer sano y practicar este hábito a diario: un regalo que perdura toda la vida. Los padres y las escuelas deben promover una dieta saludable que incluya frutas y verduras frescas, cereales, lácteos, carnes magras y aceite en porciones controladas, con cantidades limitadas de grasas saturadas, azúcares agregados y sodio.

¿Sabía que la actividad física puede ayudar a reducir la ansiedad e incluso mejorar la concentración de los niños en la escuela? El tiempo que los niños pasan viendo televisión, jugando videojuegos y navegando en Internet es tiempo que podrían usar para hacer actividad física. Los expertos recomiendan que los niños hagan actividad física al menos 60 minutos al día. Puede ser antes, durante y después de la escuela; correr, caminar y practicar deporte: todo cuenta.

Limitar las bebidas endulzadas con azúcar

Aunque las calorías en las bebidas no están escondidas (aparecen en las etiquetas nutricionales), muchas personas no se dan cuenta de cuántas calorías tienen las bebidas que consumen. Pero hay una buena noticia: el agua es un sustituto fantástico -sin calorías y de bajo costo-, de las bebidas endulzadas con azúcar. Beber mucha agua todos los días es un hábito excelente que aporta beneficios toda la vida.

No usar cigarrillos electrónicos

Los cigarrillos electrónicos son el producto de tabaco más usado entre los jóvenes estadounidenses. En 2018, más de 3.6 millones de jóvenes, incluidos 1 de cada 5 estudiantes de preparatoria y 1 de cada 20 estudiantes de secundaria, usaron cigarrillos electrónicos.

La nicotina en los cigarrillos electrónicos puede dañar el cerebro en desarrollo de los adolescentes, en particular las áreas del cerebro responsables del aprendizaje, la memoria y la atención.

Para evitar que los jóvenes usen cigarrillos electrónicos, los padres y maestros pueden hablar con sus hijos y alumnos sobre por qué los cigarrillos electrónicos son perjudiciales para la salud y predicar con el ejemplo, es decir, no fumar. Los administradores de las escuelas pueden implementar políticas de escuelas libres de tabaco, que incluyan cigarrillos electrónicos.

Mantenerse fresco

Las clases ya comienzan pero sigue haciendo calor. Aprenda cómo reconocer, prevenir y tratar enfermedades relacionadas con el calor.

Mantenerse seguro

¡Atención! Cualquier niño puede caerse, golpearse la cabeza o sufrir una conmoción cerebral en la escuela, ya sea practicando deportes, en el corredor, en el patio, en la cafetería, etc. Poder identificar y responder rápido ante una conmoción cerebral puede ayudar a salvar una vida.

Plan para emergencias

¡Haga un plan con anticipación! Ahora que los niños comienzan las clases es importante tener un plan de emergencias escrito y practicar ese plan tan seguido como sea necesario. El plan debe incluir todo medicamento o dispositivo de asistencia que su hijo necesita, como una silla de ruedas motorizada o un dispositivo de comunicación asistida. Hablar ahora con el maestro de su hijo sobre estar preparados para una emergencia puede ayudar a reducir sus preocupaciones en caso de que realmente haya una emergencia.

Conectarse con los adolescentes en la escuela y en el hogar

La “conexión adolescente” hace referencia a la sensación de los adolescentes de pertenecer, de sentirse queridos y apoyados por sus padres, maestros y otras personas importantes. El grado de conexión que los adolescentes sienten con la escuela y la familia puede tener una gran influencia que continúa hasta la edad adulta.

Vacunarse

Desde recién nacidos hasta estudiantes universitarios, vacunarse puede ayudar a proteger a los niños y adolescentes durante toda la etapa de crecimiento hasta la edad adulta. Asegurarse de vacunar a sus hijos es una de las cosas más importantes que los padres pueden hacer para proteger su salud.

Las vacunas también protegen a sus compañeros de clase, amigos, parientes y a otras personas en la comunidad. Vacunarlos a tiempo protege a los niños antes de que se expongan a enfermedades muy contagiosas que ponen en peligro la vida, como el sarampión, la tosferina y la varicela.

Una de las vacunas más recientes disponibles puede prevenir el cáncer. El virus del papiloma humano o VPH es un virus común que se transmite a través del contacto íntimo piel con piel y puede llevar a ciertos tipos de cáncer. Asegurarse de que su hijo de 11 a 12 años de edad reciba dos dosis de la vacuna contra el VPH puede prevenir estos cánceres.

Los padres deben asegurarse de que sus hijos estén al día con sus vacunas. Además, algunas ciudades exigen que los niños estén vacunados contra ciertas enfermedades antes del primer día de clases. Asegúrese de que sus hijos reciban sus vacunas antes de la época de más demanda, justo antes del comienzo de clases.

Texto por: Centers for Disease Control and Prevention (CDC)

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