Museo de Nueva York expone legado de arte precolombino evocando a Rockefeller

Nelson A. Rockefeller presentando dos figuras de Camerún en el museo Metropolitan de Nueva York en 1969.
NUEVA YORK. El Museo Metropolitano de Nueva York expone desde este martes lo mejor del arte precolombino de América Latina, así como el tribal de África y Oceanía, en una evocación del multimillonario Nelson A. Rockefeller quien a mediados del siglo XX los llevó al primer plano, señalaron hoy los organizadores.

Cuando las obras de Europa y EE.UU. copaban los grandes museos de Nueva York, Rockefeller apostó por el arte precolombino y el tribal de África y Oceanía para sacarlos del Museo de Historia Natural, reivindicar su valor y llevarlos a la primera línea, recordaron este lunes los responsables al presentar la exposición.

Ahora, el Museo Metropolitano celebra esa visión que rompió con el etnocentrismo artístico de mitad del siglo XX con la exposición "La visión de Nelson A. Rockefeller: En busca del mejor arte de África, Oceanía y las Américas" que, formada por 50 piezas de esas tres procedencias, se inaugura este martes y estará abierta hasta el 5 de octubre de 2014.

Nelson A. Rockefeller (1908-1979) había heredado la pasión coleccionista de su madre, Abby Aldrich Rockefeller, y tenía una relación más que fluida con Latinoamérica.

Había pasado su luna de miel en México y viajado con su familia a Venezuela y por negocios recaló en Perú, donde reconoció que el arte le había "encendido con su riqueza".

En su colección acabó acumulando, como se puede ver ahora en esta exposición, desde cuatro pequeñas figuras de cerámica mexicana datadas en la zona de Chupicuaro entre el siglo III a.C. y el IV d.C, a un poncho de plumas peruanas de finales del siglo XIII en el que se adivinan los futuros motivos del arte inca.

"Rockefeller tenía una profunda conexión con Latinoamérica, hablaba un fluido español. Era uno de los impulsores Oficina de Asuntos Interamericanos que estuvo en activo entre 1940 y 1946 diseñada por compensar la perjudicial influencia de la Europa fascismo en Latinoamérica en el periodo de entreguerras", aseguró hoy una de las comisarias de esta exposición, Joanne Pillsbury.

Como asesor del presidente Franklin D. Roosevelt con solo 32 años, Nelson Rockefeller fue, durante esos años, reivindicando los lazos de Estados Unidos con Latinoamérica y, al mismo tiempo, haciendo su colección de arte precolombino.

En 1939 compró en Buenos Aires un cuenco realizado en la zona de Nazca, en Perú.

Pero "a partir de 1949 y sobre todo en los 50 cuando se convirtió en un coleccionista de verdad por muchos motivos, pero entre ellos se puede destacar la sinergia que tuvo con el MoMA, que en aquella época también empezaba a hacer exposiciones sobre el arte latinoamericano, con la exposición 'El arte antiguo de los Andes', que estudiaba su influencia en el arte moderno", explicó Pillsbury.

Poco a poco se convirtió en el poseedor de la mayor colección de joyas de oro y plata precolombinas, como se puede ver en los pendientes con el símbolo del cóndor que posee de la cultura Moche, en Perú, o las filigranas panameñas datadas entre el siglo I y el siglo V, y realizadas "con una sofisticación técnica muy superior a la que existía en Europa en ese mismo período", aseguró la comisaria.

Rockefeller creó en 1954 el Museo de Arte Primitivo con su colección, que fue trasladada al Metropolitano, el más enciclopédico de los museos neoyorquinos, en el año 1976.

"Lo curioso es que este tipo de arte sí había estado antes en el Metropolitan. El pintor estadounidense Frederic Edwin Church había sido un gran defensor, pero no sabemos qué pasó con la llegada del siglo XX que fue confinado a los museos de Historia Natural", según Pillsbury.

Esculturas dominicanas del siglo XI y una figura de cerámica pigmentada de un hombre sentado, procedente de la zona mexicana de Olme entre los siglos IX y XV se encuentran con piezas del arte maorí de Nueva Zelanda, con máscaras de Papúa Nueva Guinea o figuras de ébano de procedencia africana, que completan el viaje artístico de Rockefeller.

El Metropolitan de Nueva York presentó esta exposición en el día en el que anunció que tres de sus exposiciones más populares de 2013 generaron una actividad económica total de 742 millones de dólares, lo que se traduce en 74,2 millones de dólares para el ayuntamiento y el Estado de Nueva York en forma de impuestos.

Estas exposiciones fueron "Impesionismo: Moda y modernidad", que recibió más de 440.000 visitantes; "Punk: del caos a la 'couture'", la más exitosa con 442.000 entradas despachadas, y la instalación de la azotea de Imran Qureshi, a la que subieron casi 260.000 personas.
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