Las mujeres en edad de trabajar son mayoría pero hay más hombres con empleo
SANTO DOMINGO. Las estadísticas de las últimas dos décadas indican que la población femenina en edad trabajar de la República Dominicana ha sido superior a la masculina y sin embargo los hombres han sido más activos económicamente y sus tasas de empleo han sido mayores que en las mujeres. Pese a que la brecha de género se ha ido acortado desde 1991, aún persiste la inequidad en el ámbito laboral y el desempleo afecta mucho más a las mujeres.
Para la abogada y activista feminista Susi Pola, esta brecha está relacionada con la división sexual del trabajo de la cultura patriarcal, que históricamente delegaba la producción a los hombres y la reproducción a las mujeres, "lo que les asigna a ellos la posibilidad de desarrollarse socialmente, con poder y reconocimiento, mientras a nosotras nos queda toda la economía de reproducir, de cuidar y, en fin, de ?atender? completamente, al hombre y demás personas que completan las familias".
Sin embargo, Pola recuerda que esa situación hace mucho que no es así y las mujeres han logrado reivindicaciones laborales muy relevantes, aunque aún sean las que menos trabajan. Y en el trabajo "recibimos menos compensación que los hombres, en las mismas circunstancias", apunta.
El Ministerio de Trabajó informó recientemente que en año 2014 había registrado 159,917 nuevos empleos formales y los datos por género revelan una brecha de género enorme: el 63% de los nuevos puestos laborales fueron ocupados por hombres y apenas el 37% favoreció a mujeres.
En 1991 sólo el 37.5% de la población femenina en edad de trabajar era económicamente activa (en siglas, PEA ampliada, que incluye a los ocupados, los desocupados que estuvieron buscando empleo y los que no buscaron trabajo pero estarían disponibles si se les ofrece), mientras la tasa en los hombres alcanzaba el 73%, conforme a estadísticas del Banco Central.
Ese año, el 33% de las mujeres económicamente activas estaba desempleada mientras en los hombres la tasa era de 12.4%. Del total de personas desempleadas en el año 1991, el 58% eran mujeres y el 41.9%, hombres.
Diez años después el porcentaje de mujeres en edad de trabajar que era económicamente activa había aumentado ligeramente hasta el 40%, mientras en los hombres bajaba al 69.3%.
En 2001 el 26% de la población femenina económicamente activa estaba desempleada mientras en la población masculina era de solo 9.3%. De las personas sin trabajo ese año, el 62.6% eran mujeres y el 37.3%, hombres.
En el 2011 ya el 44% de las mujeres en edad de trabajar estaba económicamente activa, año en el que esa tasa bajaba levemente al 68.6% en los hombres.
Los datos del empleo indican que el 21% de las mujeres y el 10% de los hombres que conformaban la PEA estaban sin trabajo. En 2011, el 57.9% de los desempleados era del sexo femenino y el 42% eran hombres.
Las cifras preliminares de 2014 reflejan que un aumento de la brecha respecto a 2011, pues del total de personas sin trabajo, el 64% eran mujeres y el 35.9%, hombres.
Los datos, disponibles en la web del Banco Central, apuntan a que el 46% de las mujeres y el 68.7% de los hombres en edad de laborar son parte de la PEA. Y mientras el 23% de las mujeres económicamente activas está desempleada, en el caso de los hombres apenas un 8.73%, tasas más desfavorables para la población femenina que las de 2011.
Para la abogada y activista feminista Susi Pola, esta brecha está relacionada con la división sexual del trabajo de la cultura patriarcal, que históricamente delegaba la producción a los hombres y la reproducción a las mujeres, "lo que les asigna a ellos la posibilidad de desarrollarse socialmente, con poder y reconocimiento, mientras a nosotras nos queda toda la economía de reproducir, de cuidar y, en fin, de ?atender? completamente, al hombre y demás personas que completan las familias".
Sin embargo, Pola recuerda que esa situación hace mucho que no es así y las mujeres han logrado reivindicaciones laborales muy relevantes, aunque aún sean las que menos trabajan. Y en el trabajo "recibimos menos compensación que los hombres, en las mismas circunstancias", apunta.
El Ministerio de Trabajó informó recientemente que en año 2014 había registrado 159,917 nuevos empleos formales y los datos por género revelan una brecha de género enorme: el 63% de los nuevos puestos laborales fueron ocupados por hombres y apenas el 37% favoreció a mujeres.
En 1991 sólo el 37.5% de la población femenina en edad de trabajar era económicamente activa (en siglas, PEA ampliada, que incluye a los ocupados, los desocupados que estuvieron buscando empleo y los que no buscaron trabajo pero estarían disponibles si se les ofrece), mientras la tasa en los hombres alcanzaba el 73%, conforme a estadísticas del Banco Central.
Ese año, el 33% de las mujeres económicamente activas estaba desempleada mientras en los hombres la tasa era de 12.4%. Del total de personas desempleadas en el año 1991, el 58% eran mujeres y el 41.9%, hombres.
Diez años después el porcentaje de mujeres en edad de trabajar que era económicamente activa había aumentado ligeramente hasta el 40%, mientras en los hombres bajaba al 69.3%.
En 2001 el 26% de la población femenina económicamente activa estaba desempleada mientras en la población masculina era de solo 9.3%. De las personas sin trabajo ese año, el 62.6% eran mujeres y el 37.3%, hombres.
En el 2011 ya el 44% de las mujeres en edad de trabajar estaba económicamente activa, año en el que esa tasa bajaba levemente al 68.6% en los hombres.
Los datos del empleo indican que el 21% de las mujeres y el 10% de los hombres que conformaban la PEA estaban sin trabajo. En 2011, el 57.9% de los desempleados era del sexo femenino y el 42% eran hombres.
Las cifras preliminares de 2014 reflejan que un aumento de la brecha respecto a 2011, pues del total de personas sin trabajo, el 64% eran mujeres y el 35.9%, hombres.
Los datos, disponibles en la web del Banco Central, apuntan a que el 46% de las mujeres y el 68.7% de los hombres en edad de laborar son parte de la PEA. Y mientras el 23% de las mujeres económicamente activas está desempleada, en el caso de los hombres apenas un 8.73%, tasas más desfavorables para la población femenina que las de 2011.
Leer más
En portadaVer todos