Gustavo Cabrera, el prospecto de oro que no pudo superar accidente en casa

Gustavo Cabrera se apresta a agotar un turno la temporada pasada, en Clase A.

SANTO DOMINGO. Si todo hubiese salido como se planificó y los cheques hubiesen respondido según sus dígitos, en el campamento de los Gigantes en Arizona debería estar Ángel Villalona poniéndose en forma para defender la antesala a partir del 29 de marzo, Rafael Rodríguez para estar en el jardín derecho y Gustavo Cabrera peleando un puesto en el prado izquierdo como jugador de roster de 40.

Pero dos tragedias y un desplome sorpresivo sacaron de béisbol a los únicos tres jugadores dominicanos que el conjunto californiano ha dado bonos millonarios como adolescentes.

El más reciente en colgar los spikes es Cabrera, quien no ha podido recuperarse de la caída dentro de su hogar en La Romana en 2013 que le destrozó 11 tendones en su antebrazo derecho y muñeca, un proceso que requirió cuatro cirugías que dejaron una cicatriz de 11 pulgadas que el joven cubrió con un gran tatuaje de Isaías 41:13: “Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo”.

Reportes llegados de Scottsdale (la base de entrenamiento de los Giants) dan cuenta de que Cabrera se ha retirado, a los 22 años, con una carrera que apenas le permitió jugar 124 partidos de ligas menores, sin superar Clase A temporada corta.

En 2012, los Gigantes entregaron un bono de US$1,3 millones por este jardinero con poder para pegar 30 jonrones en la Gran Carpa, un monto aprobado después de que el encargado de reclutamiento del equipo en el país, Pablo Peguero, comparara el talento de este niño de 16 años con Raúl Mondesí a su edad, uno de los jugadores descubierto por él.

Cabrera jugó la temporada 2013 en la Dominican Summer League (.247/13 extrabases/22 empujadas), pero, de acuerdo al reporte del equipo, en noviembre mientras llevaba una bandeja con comida de un lugar a otro se cayó un vaso. Cuando trató de pararlo se apoyó en una mesa de vidrio, se resbaló en un piso mojado y los vidrios atravesaron su antebrazo.

Según el diario San José Mercury News, el trainer del equipo (Dave Groeschner) pidió que los médicos dominicanos solo controlaran el sangrado y montaran al jugador en el primer avión posible.

Pero sin tener visa estadounidense, el proceso se demoró y tomó tres días antes de llegar a Arizona, donde requirió tres intervenciones. En 2015 pudo recuperar un 90% de la movilidad de su brazo y jugar dos partidos antes de volverse a lastimar.

En 2016, agotó 191 turnos y en 2017 solo 51. Ayer, Adrew Baggarly, de Athletic.com, reportó que Cabrera tomó la decisión de retirarse, una información que el equipo no ha confirmado. DL no pudo contactar a Peguero, pero una persona cercana al jugador dijo que el retiro era un hecho.

De los firmados el año de Cabrera, ya Amed Rosario (US$1,7 millones, Mets), Richard Ureña (US$725,000, Toronto) y Alex Reyes (US$900,000, Cardenales) han alcanzado las Grandes Ligas.

Villalona, fuera

Con los Dodgers, Peguero fue responsable de fichajes tan importantes como Mondesí, Adrian Beltré y Wilton Guerrero y los Gigantes lo contrataron en 2004 para relanzar el proyecto en América Latina.

Ángel Villalona, un antesalista con un poder descomunal, fue su primera gran apuesta. El equipo desembolsó US$2,1 millones para fichar al romanense de 16 años y todo marchaba a pedir de boca al punto que en 2008 fue parte del Equipo del Mundo en el Juego de las Futuras Estrellas en el Yankees Stadium.

Sin embargo, en septiembre de 2009, la Policía Nacional anunció que Villalona era sospechoso del asesinato de Mario Félix de Jesús Velete en La Romana, un incidente en una discoteca que le ocasionó ser ingresado a prisión y pudo pasar hasta 20 años tras las rejas, pero un acuerdo económico con los familiares de la víctima evitó el juicio.

El equipo de Barry Bonds y Juan Marichal rompió relaciones con el jugador al serle revocada la visa estadounidense. Villalona lo demandó por incumplimiento de contrato en 2011 y el club lo reinstaló hasta 2016, cuando lo dejó libre.

Rodríguez fracasó

En 2008, los Gigantes encargaron a Felipe Alou (asistente especial) para que convenciera al banilejo Rafael Rodríguez de aceptar su oferta por encima de otras más altas. Dieron US$2,5 millones por un jugador de 6’5 y que proyectaba desarrollar cinco herramientas y que comparaban con Vladimir Guerrero.

“No lo he visto fallar swing todavía. Toma prácticas de bateo con bigleaguers. Golpea pelotas de golf en prácticas. Es un chico grande con una enorme zona de strike, pero cubre mucho. Puede correr muy bien y fieldear bien en el jardín derecho. Crecerá y será más fuerte”, dijo Alou en la presentación del jugador en el Hotel Jaragua.

Rodríguez nunca superó Clase A, su poder nunca se conoció (5 jonrones y 41 remolcadas fueron sus máximos en un curso). En junio de 2015, Rodríguez se retiró, a los 22 años.

Los Gigantes han visto llegar al Big Show a10 jugadores dominicanos firmados por el equipo entre 2011 y 2017.

NPerez@diariolibre.com

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