Eduardo Núñez listo para la titularidad con Gigantes
SCOTTSDALE, Arizona. Eduardo Núñez finalmente tuvo la oportunidad de jugar a diario en 2016, y la aprovechó al máximo.
El dominicano logró las máximas cifras de su carrera al jugar 141 partidos, acumular 553 turnos al bate, 159 hits, 16 jonrones, 40 bases robadas y 67 remolcadas. Después de cinco años en los que fue utilizado principalmente como suplente, Núñez vio acción con regularidad en tercera base y el campocorto con Minnesota, y fue elegido por primera vez al Juego de Estrellas.
Luego los Mellizos lo canjearon a San Francisco, donde Núñez se asentó en la antesala. Y esa es su posición fija al comenzar su primera pretemporada con los Gigantes.
“Nadie espera ser canjeado”, dijo Núñez, refiriéndose a la transacción del 28 de julio que lo envió a San Francisco. “Fue un poco sorpresivo y quedé un poco triste, porque dejé atrás muchos amigos. Pero también fue algo bueno, porque pasé a un equipo ganador y estoy contento por estar aquí”.
Núñez finalmente pudo jugar todos los días a los 29 años, casi seis años después de debutar en las mayores con los Yanquis. Alguna vez considerado el sucesor de Derek Jeter en Nueva York, Núñez recordó el momento que conoció al estelar torpedero cuando llegó a Nueva York.
“Yo era apenas un muchacho. Lo había visto por televisión y en entrevistas, y fue un honor jugar con él durante cuatro años”, dijo.
Núñez exhibió potencial, pero nunca consiguió afianzarse en una posición con Nueva York o Minnesota.
“Todo pelotero quiere eso, jugar todos los días”, indicó. “En mi caso, era frustrante no tener esa oportunidad. Siempre fue difícil, pero con paciencia y aprendiendo y trabajando, todo salió bien al final”.
El mes pasado, Núñez fue invitado a entrenar con algunos jugadores dominicanos y el coach de bateo Luis Mercedes. Núñez se sumó a figuras como Robinson Canó y Edwin Encarnación en su país natal.
Una lesión de la corva lo marginó de ser considerado para integrar el equipo dominicano para el Clásico Mundial, pero Núñez asegura que está emocionado por jugar con un equipo como San Francisco que siempre es candidato a ganar la Serie Mundial.
“También jugué con los Yanquis, otro equipo ganador, así que ya tenía esa mentalidad”, comentó.