ALMA recibe la última antena y estará en pleno funcionamiento a fines de año

La última antena del Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) es transportada a su destino final en el Llano de Chajnantor, en el desierto de Atacama, Chile.
SANTIAGO DE CHILE. El observatorio ALMA ha recibido la última de las 66 antenas de este complejo científico situado en el norte de Chile, lo que supone el fin de su etapa de construcción y permitirá que esté en pleno funcionamiento a fines de este año.

Según informó hoy la organización en un comunicado, la última antena del Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) se terminó de ensamblar y fue entregada por el consorcio europeo AEM, formado por las empresas Thales Alenia Space, European Industrial Engineering y MT-Mechatronics.

Esto marca el final de la entrega de las 25 antenas europeas, las 25 antenas norteamericanas y las 16 japonesas que integran este observatorio, fruto de un esfuerzo conjunto de países de las tres regiones.

La meta es que las 66 antenas puedan funcionar juntas a fines de 2013, formando un conjunto que abarcará distancias de hasta 16 kilómetros en el Llano de Chajnantor, a 5.000 metros de altitud, en el desierto de Atacama.

ALMA fue inaugurado por el presidente de Chile, Sebastián Piñera, el pasado marzo, en un acto que coronó el fin del proceso de instalación de sus principales sistemas y su transición oficial desde un proyecto en construcción a un observatorio en plena operación.

La entrega de la última antena marca el fin de la etapa de construcción del conjunto y el inicio de la plena disponibilidad de las 66 antenas para las observaciones científicas, lo que representa el inicio de una nueva era de descubrimientos para la astronomía, asegura ALMA.

"Este es un gran hito para el observatorio ALMA, ya que permite a los astrónomos usar esta nueva herramienta ya terminada y con toda su sensibilidad", afirmó Wolfgang Wild, gerente de proyecto de ALMA para Europa, citado en el comunicado.

ALMA permite a los astrónomos responder importantes preguntas sobre nuestros orígenes cósmicos.

A diferencia de los telescopios tradicionales de luz visible, estas antenas observan el cosmos usando la luz en ondas milimétricas y submilimétricas, entre la luz infrarroja y las ondas de radio del espectro electromagnético, invisibles para el ojo humano.

La luz emitida en esas ondas proviene de los cuerpos más fríos y distantes del cosmos: nubes frías de gas y polvo donde nacen las estrellas y remotas galaxias situadas en los confines del universo observable.

El Universo ha sido relativamente poco explorado en el espectro submilimétrico, ya que se requieren condiciones atmosféricas extremadamente secas como las de Chajnantor, así como muchas antenas de gran tamaño y tecnología de punta.

Incluso antes de que estuviera completamente listo, ALMA ya fue usado en complejos proyectos científicos y demostró su gran potencial con la publicación de varios resultados promisorios y de imágenes espectaculares que permiten observar más de cerca la formación de planetas y estrellas en el universo temprano.
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