Montalvo advierte no es momento de relajarse, sino de convivir con el COVID-19

Aunque la tasa de contagio y letalidad del coronavirus ha bajado en la República Dominicana, no es momento de relajarse, sino de vivir con la enfermedad, planteó la noche de este martes el ministro de la Presidencia y presidente de la Comisión de Alto Nivel de Prevención y Control del Coronavirus, Gustavo Montalvo.

Con esa exhortación, el funcionario anunció la entrada este miércoles 2 de junio a la fase II de la reapertura económica del país, cerrada desde mediados de marzo como medida para evitar las aglomeraciones de personas y, a su vez, diminuir los contagios del SARS-CoV-2.

Dijo que aunque se avanza en el desconfinamiento, aún no se pueden llevar a cabo actividades sociales sin condiciones de distanciamiento físico, incluso antes del toque de queda.

"Como todos hemos podido observar, se está produciendo un peligroso relajamiento de las precauciones en varios puntos del país. Por eso, se hace necesario advertir, nuevamente, de la importancia de estas medidas, porque el virus no ha desaparecido", manifestó en un mensaje dirigido al país.

El presidente de la Comisión de Alto Nivel para la Prevención y Control del Coronavirus advirtió que no seguir con las medidas dispuestas, se corre el riesgo de que las personas le pierda el miedo al COVID-19 y olviden su letatilidad.

"Y lo cierto es que la experiencia internacional ya nos muestra las consecuencias que eso puede traer. Muchos países se han visto en la obligación de dar marcha atrás a las medidas de apertura por repuntes de contagio", señaló.

"Solo desde esa responsabilidad compartida logramos ese equilibrio necesario para maximizar tanto la salud de nuestra población, como la rápida recuperación de nuestra economía y nuestro bienestar social. Eso implica, para todos, el uso de la mascarilla en espacios públicos, así como mantener las medidas de higiene y distancia social", recomendó.

Llamó a la población a no sumar más trabajo al personal de salud, a respetar el trabajo de las fuerzas del orden, puesto que la pandemia no ha desaparecido.