Manipulación imperialista
En los últimos meses del siglo pasado y los primeros del actual, el mundo fue sacudido por protestas sociales que hicieron temblar a muchos gobiernos. Desde la reunión de la Organización Mundial del Comercio en Seattle en noviembre de 1999, las principales capitales de Europa fueron escenario de manifestaciones de contenido anticapitalista. Pero poco a poco esa movilización sin dirección ni liderazgo conocidos y que alteraba la paz social sobre la que pontificaban los apologistas del orden económico mundial, fue cambiando de orientación, y la gente siguió en la calle, pero no para cerrar la brecha entre ricos y pobres y para que las grandes corporaciones ganaran menos, que era el clamor previo a la Cumbre del Milenio. (Continuará)