Entidades abandonan la COP27 mientras líderes siguen negociando un acuerdo

Embalajes y cajas ocuparon este viernes el paisaje de los pabellones de delegaciones y entidades que participaron durante dos semanas en la cumbre climática COP27 en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij y que ya han hecho las maletas, pese a que las negociaciones para llegar a un acuerdo en la lucha contra el cambio climático se han extendido -al menos- durante 48 horas.

Muchas salas de presentaciones y debates están ahora vacías, otras tienen sillas, mesas y todo tipo de mobiliario apilado en un rincón, mientras personal de limpieza barre papeles y tarjetas de contacto que quedaron olvidadas sobre atriles que todavía lucen la marca del país o el logo de empresa.

Lejos queda el ajetreo de dos semanas en el que políticos, activistas, periodistas y funcionarios de todo tipo de organismos participaron en una verdadera convención global con el cambio climático de telón de fondo.

La afluencia de público también ha disminuido en todo el recinto donde antes todo eran aglomeraciones que obligaban a los asistentes a esquivarse los a otros, mientras que ahora muchos pasillos están vacíos o apenas circulan pequeños grupos de personas cuyas organizaciones apuran hasta la clausura oficial de la cumbre internacional. 

Muchos se concentran en los puestos de restauración que permanecerán abiertos hasta el domingo tras conocerse en un correo electrónico remitido por la organización del evento la prórroga de las negociaciones y, con ello, los vitales servicios y la oferta de cáterin para quienes se quedarán hasta el final, se produzca este cuando se produzca, y se llegue a algún tipo de acuerdo.

"Para mí, trabajar un día más, es cobrar algo más", comenta a EFE uno de los camareros de un puesto de comida rápida ubicado en la puerta del plenario, por donde hasta hace poco pasaban líderes mundiales de la talla de Joe Biden, António Guterres, Lula Da Silva, Ursula von Leyen o el presidente español Pedro Sánchez.

Diplomáticos, activistas y periodistas no comparten este entusiasmo por permanecer un día más en la COP27: "Alcanzar un acuerdo al gusto de todos es complicado y la tensión se palpa en el ambiente", explica un joven vinculado a una ONG. 

Mientras, la organización pública y actualiza diferentes borradores con propuestas de acuerdos que no acaban de alcanzar el consenso entre todas las partes participantes, que siguen inmersas en conversaciones para encontrar un punto común de entendimiento y que refleje los intereses de todos ellos.

"Deben dejar de lado sus diferencias y pensar en el beneficio del planeta, este debe ser el interés de todos los líderes", concluyó este joven activista vinculado a una organización indígena de la Amazonía.

Los periodistas no hablan tanto. Están cansados.