Político de mira ancha

La otra cara, el reverso del político improvisador que semeja a humoristas repentistas y que propone la primera comiquería que se le ocurre, es el político de mira ancha, que con serenidad labra un perfil de largo alcance. Es el político pragmático, con garras, sin estrechez, y fraguado en la escuela que tiene la política como arte y ciencia. Pero la mayoría de los políticos del patio ha caído en un círculo vicioso, casi perverso, y en su accionar la ven únicamente como escalera para acceder al poder, sin parar mientes en nada, incluida la desconsideración de sus adversarios. Eso de que la política es la ciencia más pura y la más digna de ocupar las inteligencias nobles, algunos dirigentes nativos se lo dejan a Duarte.