Los Rosario 2019

La supuesta herencia de la familia Rosario es uno de los temas más fascinantes de este año que ya languidece. Da para una película y si viviera, Gabriel García Márquez firmaría otro ejercicio de realismo mágico.

Porque si la saga no guardara en el fondo una historia triste... sería un cuento muy gracioso. ¿En qué momento nació esta fábula que vive instalada en el siglo XXI como antes las leyendas antiguas en la transmisión oral?

Una mina de oro, un emigrante que hace fortuna, un tesoro que se cuenta en miles de millones. Unas veces son euros, otras dólares, pero en el imaginario, multiplicados por pesos, los fondos tienen ceros hasta la galaxia y más allá... Es el cofre de un pirata, la tinaja enterrada, la leyenda actualizada en una cuenta secreta en un banco.

Día a día, mes tras mes, año tras año se van sumando herederos a una lista manejada no se sabe bien si por un abogado, un comité de afectados, un elegido... Se habla de una bóveda en el Banco Central, una cuenta en el de Reservas, se montan protestas frente a la Embajada de España, manifestaciones frente al ministerio de Exteriores. Hay videos en las redes pensados para mantener vivo el tema o para captar más adeptos o como sesión de espiritismo invocando al patriarca... Ni las páginas de periódico firmadas por instituciones respetables desmintiendo el bulo apagaron el cuento en 2019.

La fábula/estafa de la herencia de Los Rosario es una de varias. Los Guzmán y el barón de la Atalaya, la fortuna de los Borbón... viejas historias que mantienen vivos los anhelos, el deseo y la esperanza de escapar de la realidad hacia una vida distinta.

Pervivirá. Siempre habrá un rosario que escuche por primera vez la historia y corra a pagar a un abogado para apuntarse en una lista. Antes soñar era gratis. Ya no tanto.