Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Actualidad

Reflexión Espionaje telefónico en República Dominicana

En nuestro país cada día se hace una práctica más común, el chantaje, la extorsión y la invasión de la privacidad, por medio de la utilización de diversas aplicaciones tecnológicas, para dar seguimiento, monitorear, interceptar y escuchar conversaciones privadas de las personas.

En una práctica llevada a cabo por un puñado de personas que han adquirido equipos generalmente de tecnología israelí que muy fácilmente, si se dispone de los recursos económicos, pueden comprarse con el propósito de monitorear centrales telefónicas a distancia, celulares, y en los casos más costosos y complejos, conectarse directamente a las compañías telefónicas, víctimas de la falta de institucionalidad del país, pues los organismos e instituciones policiales, militares y judiciales han sido permeadas por el tráfico de influencias, la corrupción y la complicidad, permitiendo que se otorguen autorizaciones oficiales para interconectar equipos que en vez de estar al servicio de la seguridad nacional, se han dedicado a violentar la privacidad, y lo que interesa no es identificar el delito, sino más bien apoyar el mismo, conocer vínculos amatorios, discusiones maritales y un conjunto de elementos propios de la vida privada.

La descomposición ha llegado a un grado tal, que una práctica que debería ser exclusivamente incumbencia del Estado dominicano, que debería regirse por un protocolo, y donde deben aplicarse elevados niveles de profesionalidad, se ha privatizado y corrompido a tal punto, que existe una connivencia y complicidad entre la clase política dominicana que ha ejercido el poder y estos grupos, desconociendo el riesgo en el que se incurre al permitir el tráfico de información, que más temprano que tarde terminará generando serias situaciones de seguridad nacional, si no se toman las medidas de lugar y si no se controla esta adicción enfermiza a llevar vidas privadas y perder el tiempo escuchando conversaciones amatorias.

El Estado dominicano debe utilizar institucionalmente el espionaje bajo un protocolo y apego irrestricto a la ley, para monitorear el crimen organizado, la corrupción y el narcotráfico que cada día más consumen nuestra sociedad y arrastran a nuestro pobre país hacia la inversión de valores. Debemos desmantelar estas poderosas redes de espionaje paraestatal. ¡Tomemos medidas!

E-Mail: hmorrison@hmconsultingcc.com

Web: http://www.au dienciaelectronica.net

Twitter: @IngMorrison Ing. Hiddekel Morrison