Así se hundió el Titanic, el coloso que reposa en el fondo del Atlántico

En su momento, el Titanic fue el transatlántico más grande jamás construido y considerado insumergible. Pero incluso hoy su nombre sigue siendo sinónimo del mayor desastre en la historia del transporte marítimo.

El buque de la compañía White Star Line, de 46,328 toneladas y 269 metros de eslora, zarpó con bombos y platillos de Southampton el 10 de abril de 1912, en su viaje inaugural con destino a Nueva York. Cuatro días después, la noche del domingo 14 de abril a las 11.35, mientras navegaba por las tranquilas aguas del Atlántico Norte, con 1,600 km aún por recorrer, se produjo la tragedia.

El Titanic chocó contra un iceberg de unos 30 metros de altura en el costado derecho del buque, haciendo inútiles los compartimentos estancos que supuestamente lo hacían insumergible. El trasatlántico se hundió en 2 horas y 45 minutos.

Las calderas explotaron minutos antes de que desapareciera bajo el mar. La proa se hundió primero, la popa se levantó en el aire y el barco se hundió en las profundidades heladas. Esa noche, 1,300 pasajeros y 900 tripulantes, 2,200 personas en total, iban a bordo del Titanic. Murieron 1,500, un tercio de ellos miembros de la tripulación.

El barco solo transportaba 20 botes salvavidas, con capacidad para 1,178 personas. Si bien podía acomodar a 32, se consideró que agregar más afearía la cubierta para los pasajeros de primera clase.

Muchos barcos escucharon los SOS transmitidos por la conexión inalámbrica del buque. El transatlántico Olympic recibió el mensaje, pero el Carpathia estaba mucho más cerca y navegó a toda máquina hacia la posición del Titanic. Llegó dos horas después de que se hundiera y solo pudo recoger a los sobrevivientes de los botes salvavidas y transportarlos a Nueva York.

AFP

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