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El tormento de un matrimonio sin amor

Hace más de tres años que no siento nada por mi esposa

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El tormento de un matrimonio sin amor
El dilema del desamor cuando se está atrapado en un matrimonio entre la culpa y el deseo. (SHUTTERSTOCK)

Pregunta: Hola doctora, gracias a Dios que tenemos esta vía para poder desahogarnos, estoy desesperado y me siento acorralado. Hace más de tres años que no siento nada por mi esposa, sé que es duro decirlo, pero siento asco cuando se me acerca, es una buena mujer, no me da motivos para terminar la relación, pero dejé de amarla.

No tenemos nada en común y realmente me enamoré de alguien más hace ya un tiempo y no sé cómo ponerle fin a la relación. Me estoy volviendo loco, porque quiero dejarla, pero el sentimiento de culpa me tiene frenado y eso me está matando, siento que no es justo para ella ni para mí, pues no soy feliz ni tampoco la hago feliz a ella. Ya le he dicho que no la amo, que no siento amor, que no la deseo y ella está como si nada y eso me da rabia pues siento que debería tener dignidad y pedirme el divorcio. Ayúdeme, dígame que debo hacer.

El Desesperado.

Respuesta: Ante todo, lamento el momento que estás viviendo, pues no me imagino por lo que estas pasando, pero si ya estás seguro de tus sentimientos y has conversado con tu esposa, creo que no debes esperar que ella decida, pues no es ella la que quiere salir corriendo de la dinámica para los brazos de otra persona, no es ella la que hace tiempo vive un divorcio emocional, eso lo has vivido tú, es decir, tú tienes un tiempo procesando un duelo, ella no.

Ustedes no están en la misma página de la historia, ella quizás está aún en un momento de negación y lucha por salvar lo que siente que puede ser una posibilidad de reconciliación, entonces, no es justo que quieras darle a ella la responsabilidad de lo que solo a ti te corresponde.

Eres tú el que no quiere estar ahí, el que ya no siente pertenecer, entonces mi querido, es a ti al que le corresponde asumir las decisiones y las consecuencias de la misma. Serán momentos muy duros, de dolor, vacío, angustia y hasta un cierto arrepentimiento, pero solo tú sabes lo que estás viviendo y al principio nadie lo entenderá, pues mucha gente te juzgará, te criticará y hasta podrían alejarse, pero si realmente haces las cosas bien, primero deben separarse, durar un tiempo solos y luego comenzar la otra relación, para que así nadie culpe a la nueva pareja de la ruptura (aunque para algunos siempre esta relación será el motivo del divorcio).

Si en el matrimonio hay hijos por favor no los involucren en el dime y diretes, ellos no tienen por qué pagar las discrepancias y diferencias de los padres.

Recuerda que, aunque en este momento no sientes un amor pasional por tu esposa, en algún momento la elegiste como tu compañera de vida y por respeto trata de no agredir esa dinámica, procura que las cosas se hagan con respeto y amabilidad.

TEMAS -

Psicóloga, terapeuta sexual, familiar y de pareja, PHD en Sexualidad. Directora del Centro Vida y Familia Ana Simó.