Danilo no deja como Leonel...
Salazar no se dio cuenta del cambio de estilo...
Los peledeístas se las estaban dando de muy contentos con Leonel y Danilo, y era tanto el entusiasmo, que contagiaron a aliados que quisieron hacer coro antes de tiempo.
Estos saben que no tienen velas en ese entierro, o mesa en esa fiesta adelantada. Lo suyo será pescar en río sereno y no en mar revuelto.
No es con Leonel ni con Danilo, sino con el candidato que escoja el PLD. Si es Leonel, con Leonel. Si es Danilo, con Danilo.
Y en su defecto, con cualquiera que cruce la meta.
Eso era fácil de entender, menos para un salido del tiesto como Salazar, que quiso actuar como peledeísta, aunque siempre pensando como reformista.
Danilo, se descubre ahora, no es Leonel, que dejaba a su gente hacer y deshacer sin llamar al orden. Ni con palabras ni con gestos.
Salazar disparó para el Palacio, sólo que desde muy lejos, y no ocasionó baja, como si la suya. Al tanque que tenía en la boca lo dejaron sin rueda, y no podrá avanzar ni una cuadra.
Ahora le queda decir, como un poeta español de los tiempos de la República: "..., pero no pueden quitarme la palabra".
Los peledeístas se las estaban dando de muy contentos con Leonel y Danilo, y era tanto el entusiasmo, que contagiaron a aliados que quisieron hacer coro antes de tiempo.
Estos saben que no tienen velas en ese entierro, o mesa en esa fiesta adelantada. Lo suyo será pescar en río sereno y no en mar revuelto.
No es con Leonel ni con Danilo, sino con el candidato que escoja el PLD. Si es Leonel, con Leonel. Si es Danilo, con Danilo.
Y en su defecto, con cualquiera que cruce la meta.
Eso era fácil de entender, menos para un salido del tiesto como Salazar, que quiso actuar como peledeísta, aunque siempre pensando como reformista.
Danilo, se descubre ahora, no es Leonel, que dejaba a su gente hacer y deshacer sin llamar al orden. Ni con palabras ni con gestos.
Salazar disparó para el Palacio, sólo que desde muy lejos, y no ocasionó baja, como si la suya. Al tanque que tenía en la boca lo dejaron sin rueda, y no podrá avanzar ni una cuadra.
Ahora le queda decir, como un poeta español de los tiempos de la República: "..., pero no pueden quitarme la palabra".