La ley
Las únicas leyes que los partidos se sienten absolutamente compelidos a cumplir son las leyes de la Física.
Aunque el Conep, Finjus, los organismos internacionales, oenegés, donantes, dolientes y demás interesados insistan, la ley de Partidos no se ha aprobado, porque son los partidos los que la tienen que aprobar.
Los partidos políticos necesitan para su subsistencia que el sistema democrático no se regenere. Aunque se lleven de encuentro el desarrollo de la sociedad a la que dicen servir.
El clientelismo y la connivencia que han practicado los que han logrado llegar al poder ha estructurado la arquitectura de la democracia como la practican.
La complicidad de unos partidos con otros para no combatir la corrupción es tan sencilla como efectiva. Basta con mirar para otro lado. Ni siquiera requiere un esfuerzo mayor.
¿Por qué aprobarían una ley que pudiera (si se llegara a aplicar) alterar este confortable "pacto"? ¿Qué ganan los partidos con una ley que pretenda regular sus procesos?
Los partidos políticos mayoritarios tienen toda su intención, equipos, organización, militantes, beneficiados, cuñas en otros poderes dirigidos a que sus beneficios no cambien.
Los políticos ya tienen más dinero que los empresarios, más poder que los jueces, inversiones internacionales, fundaciones benéficas... ¿qué necesitarían que no consigan con lo que existe ahora? ¿Qué político en el poder o con posibilidad de llegar empujaría una Ley que pudiera alterar su ecosistema?
IAizpun@diariolibre.com
Aunque el Conep, Finjus, los organismos internacionales, oenegés, donantes, dolientes y demás interesados insistan, la ley de Partidos no se ha aprobado, porque son los partidos los que la tienen que aprobar.
Los partidos políticos necesitan para su subsistencia que el sistema democrático no se regenere. Aunque se lleven de encuentro el desarrollo de la sociedad a la que dicen servir.
El clientelismo y la connivencia que han practicado los que han logrado llegar al poder ha estructurado la arquitectura de la democracia como la practican.
La complicidad de unos partidos con otros para no combatir la corrupción es tan sencilla como efectiva. Basta con mirar para otro lado. Ni siquiera requiere un esfuerzo mayor.
¿Por qué aprobarían una ley que pudiera (si se llegara a aplicar) alterar este confortable "pacto"? ¿Qué ganan los partidos con una ley que pretenda regular sus procesos?
Los partidos políticos mayoritarios tienen toda su intención, equipos, organización, militantes, beneficiados, cuñas en otros poderes dirigidos a que sus beneficios no cambien.
Los políticos ya tienen más dinero que los empresarios, más poder que los jueces, inversiones internacionales, fundaciones benéficas... ¿qué necesitarían que no consigan con lo que existe ahora? ¿Qué político en el poder o con posibilidad de llegar empujaría una Ley que pudiera alterar su ecosistema?
IAizpun@diariolibre.com