¿Fe ciega?
Algo anda muy mal. La Fiscal del Distrito acusa a un tribunal de tener la sentencia hecha en una causa contra Díaz Rúa por corrupción, sostiene que la Justicia es una comedia... ¿y no dimite nadie?
La policía mata a seis personas, porque "se disponían" a cometer un crimen... ¿y nos parece bien? ¿Hemos dado licencia para matar a la Policía? ¿Tiene relación una cosa con otra? ¿Nos parece "bien" que maten a "presuntos sicarios", porque sabemos, como dice Yeni Berenice Reynoso, que la Justicia no funciona? Si eso lo ve ella... ¿qué pasa con el ciudadano de a pie?
Dos temas aparentemente disociados con todo en común: la falta de institucionalidad y de seguridad jurídica nos convierte en ciudadanos-reos de un sistema frágil y aviesamente construido que amenaza nuestra viabilidad democrática.
Un motoconchista muere huyendo de un Amet. Una niña de cuatro meses muere en una ambulancia retenida por la DNCD. Seis presuntos delincuentes mueren a tiros, porque la Policía "sabía" que iban a delinquir.
En los tres casos los métodos son obviamente inútiles para combatir la delincuencia. Y el método de disparar primero y preguntar después, al contrario de lo que parece sentir la población, acrecienta la inseguridad y el delito.
Habría que tener una fe ciega en la Policía y en la DNCD, para pensar que esas muertes fueron inevitables. Y una fe ciega en la Justicia para no creer a Yeni Berenice. Pero para devolvernos la fe hay que desmontar antes estructuras de corrupción muy sólidas.
IAizpun@diariolibre.com
La policía mata a seis personas, porque "se disponían" a cometer un crimen... ¿y nos parece bien? ¿Hemos dado licencia para matar a la Policía? ¿Tiene relación una cosa con otra? ¿Nos parece "bien" que maten a "presuntos sicarios", porque sabemos, como dice Yeni Berenice Reynoso, que la Justicia no funciona? Si eso lo ve ella... ¿qué pasa con el ciudadano de a pie?
Dos temas aparentemente disociados con todo en común: la falta de institucionalidad y de seguridad jurídica nos convierte en ciudadanos-reos de un sistema frágil y aviesamente construido que amenaza nuestra viabilidad democrática.
Un motoconchista muere huyendo de un Amet. Una niña de cuatro meses muere en una ambulancia retenida por la DNCD. Seis presuntos delincuentes mueren a tiros, porque la Policía "sabía" que iban a delinquir.
En los tres casos los métodos son obviamente inútiles para combatir la delincuencia. Y el método de disparar primero y preguntar después, al contrario de lo que parece sentir la población, acrecienta la inseguridad y el delito.
Habría que tener una fe ciega en la Policía y en la DNCD, para pensar que esas muertes fueron inevitables. Y una fe ciega en la Justicia para no creer a Yeni Berenice. Pero para devolvernos la fe hay que desmontar antes estructuras de corrupción muy sólidas.
IAizpun@diariolibre.com