La más lenta del planeta
Diario Libre
Las razones esgrimidas por el gobierno para llegar a acuerdos con los "propietarios" de las tierras de Pedernales en litis desde hace más de 15 años son de una candidez que asusta.
Alegar que hay que transar con los acusados de hacerse con los títulos de propiedad de manera fraudulenta, porque si no, el caso duraría "40 o 50 años en los tribunales", es una imprudencia peligrosa.
Lo único que se revela con semejante aseveración es que la Justicia no funciona. Y cuando la Justicia no funciona, especialmente en tema de tierras, no hay empresario hotelero serio que se atreva a asomar la nariz o el bolsillo por ahí. (Le llaman seguridad jurídica, ¿se acuerdan?)
Si iban a tardar 40 o 50 años, como explica tan satisfecho el ministro de Turismo, lo que debería haber hecho el consultor jurídico del Poder Ejecutivo, Pina Toribio, era haberse llevado las manos a la cabeza, presentar un plan de acción de ejecución inmediata y decir algo como: "¡Vamos a exigir a los tribunales que cumplan con su mandato y hagan Justicia!".
Por el contrario, en vez de preparar un ejército de abogados, fiscales y demás funcionarios necesarios para enmendar tal falla, lo que reúnen es una batería de comunicadores para explicarles qué tienen que decir para convencernos de que lo mejor, cuando la Justicia es la más lenta del planeta (y parte de la galaxia) es encontrar el atajo más directo para el negocio.
50 años, más los 15 previos hacen 65. Está claro que a cualquiera le compensa instalarse en terreno ajeno.
IAizpun@diariolibre.com
Alegar que hay que transar con los acusados de hacerse con los títulos de propiedad de manera fraudulenta, porque si no, el caso duraría "40 o 50 años en los tribunales", es una imprudencia peligrosa.
Lo único que se revela con semejante aseveración es que la Justicia no funciona. Y cuando la Justicia no funciona, especialmente en tema de tierras, no hay empresario hotelero serio que se atreva a asomar la nariz o el bolsillo por ahí. (Le llaman seguridad jurídica, ¿se acuerdan?)
Si iban a tardar 40 o 50 años, como explica tan satisfecho el ministro de Turismo, lo que debería haber hecho el consultor jurídico del Poder Ejecutivo, Pina Toribio, era haberse llevado las manos a la cabeza, presentar un plan de acción de ejecución inmediata y decir algo como: "¡Vamos a exigir a los tribunales que cumplan con su mandato y hagan Justicia!".
Por el contrario, en vez de preparar un ejército de abogados, fiscales y demás funcionarios necesarios para enmendar tal falla, lo que reúnen es una batería de comunicadores para explicarles qué tienen que decir para convencernos de que lo mejor, cuando la Justicia es la más lenta del planeta (y parte de la galaxia) es encontrar el atajo más directo para el negocio.
50 años, más los 15 previos hacen 65. Está claro que a cualquiera le compensa instalarse en terreno ajeno.
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