Polémica en el sur de Florida por experimento con mosquito transgénico
MIAMI. Los grupos ambientalistas y residentes de los Cayos de Florida contrarios al uso de mosquitos transgénicos para combatir las enfermedades que transmiten los “naturales” criticaron hoy a las autoridades sanitarias de EE.UU. por haber autorizado un experimento para probar su eficacia.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE.UU. dio luz verde el pasado viernes a una prueba con mosquitos transgénicos en Key Haven, uno de los cayos situados al sur de Florida, en momentos en que se busca frenar la expansión del primer foco de zika autóctono registrado en el país.
Hasta ahora se ha confirmado que 16 personas contrajeron el virus por picadura de mosquitos en Miami y hay otro caso pendiente de confirmación en Palm Beach, unos 100 kilómetros más al norte.
El grupo ecologista Food & Water Watch consideró hoy “débil” el procedimiento utilizado por la FDA para determinar que el experimento con mosquitos transgénicos “no tendrá un impacto significativo en el medioambiente”.
Para Patty Lovera, directiva del grupo ambiental, la FDA desconoció las recomendaciones de la gente y de la comunidad científica consignadas “en el borrador de la evaluación”.
El que puede ser el primer insecto transgénico liberado en EE.UU. está diseñado, según su creadora, la compañía Oxitec, para que al aparearse con hembras del mosquito “Aedes aegypti”, que transmite el zika y otros virus, produzca crías que heredan un gen letal que les impide llegar a adultos.
Oxitec, una subsidiaria de compañía estadounidense Intrexon, asevera que “sus experimentos” en Brasil, Panamá y las Islas Caimán han reducido en un 90 % la población del “Aedes aegypti”.
Sin embargo, el insecto alterado “no es la solución del zika” para la española Mila de Mier, quien vive en los Cayos de Florida y desde 2012 lidera una campaña en contra del producto de Oxitec, mediante la cual ha recogido 169.000 firmas de personas que piensan como ella.
De Mier dice que dicho mosquito “no ha acabado con el zika en Brasil en todos los años que lo han utilizado allí” y lamentó su aprobación en Estados Unidos.
Los habitantes de los Cayos de Florida se pronunciarán en noviembre próximo mediante un plebiscito sobre la conveniencia de realizar el experimento.
El plebiscito, no vinculante y promovido por los contrarios a los mosquitos transgénicos, se realizará en coincidencia con las elecciones presidenciales del 8 de noviembre.
Aunque el plebiscito no es vinculante, la mayoría de los comisionados del Distrito de Control de Mosquitos de los Cayos de Florida (FKMCD) han dicho que respetarán la decisión de la comunidad.
De Mier dijo que la forma de controlar el mosquito no es “salir a alarmar a la gente con el zika”, sino a partir de la educación de la comunidad sobre el manejo de aguas estancadas, entre otras medidas.
Hasta el momento, al menos 1.818 personas tienen el virus en Estados Unidos continental, casos todos ellos relacionados con viajes a zonas de riesgo, según los Centros de Prevención y Control de Enfermedades (CDC) de EE.UU..
A ellos se suman los al menos 16 casos autóctonos en el sur de Florida.
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. han recomendado a las mujeres embarazadas no viajar a la zona del brote, dado que el virus puede ser transmitido de la madre al feto y ocasionar microcefalia y enfermedades neurológicas al hijo.
Hoy se confirmó en Texas que la reciente muerte de un bebé en Houston se debió a microcefalia asociada con el virus del Zika, el primer caso mortal de su tipo en ese estado del sur de EE.UU.