Determinar el soborno a funcionarios por venta de Tucanos es reto para autoridades
Cual si fuera la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, el resurgimiento de las acusaciones por presunta corrupción en la compra de los ocho aviones Súper Tucano en 2008, acaparó la atención de todos los dominicanos durante el 2016.
La Procuraduría Especializada de Persecución Administrativa (PEPCA) sometió a la Justicia al exministro de Defensa Pedro Rafael Peña Antonio, al coronel de la Fuerza Aérea Carlos Piccini Núñez, a los empresarios Daniel Aquino Hernández y Daniel Aquino Méndez por su presunto vínculo en el Tucanogate.
El escándalo surgió y movilizó la acción penal luego de que ejecutivos de la Empresa Brasileira de Aeronáutica (Embraer) admitieran ante la Justicia de los Estados Unidos que pagaron 3.5 millones de dólares como soborno a autoridades dominicanas para la venta de los aviones que serían utilizados para el combate del narcotráfico.
La compañía admitió haber obtenido más de 83 millones de dólares en ganancias al pagar a través de subsidiarias en Estados Unidos a oficiales de la República Dominicana y otros países.
Para simular el pago indebido prometido por el vicepresidente de Embraer, Eduardo Munhos de Campo, al coronel Piccini Núñez, la maniobra se contempló en el contrato de venta como un 3.7% destinado para “representación comercial”. La cuota mayor iba a ser pagada cuando la parte dominicana pagase la primera cuota del precio de las aeronaves, y que la última coincidiera con la entrega de esos aviones.
De acuerdo con los informes y la cooperación jurídica internacional del Ministerio Público de Brasil, el senador de la provincia Hermanas Mirabal, Luis René Canaán Rojas, habría sido la persona que recibió el dinero para garantizar los votos necesarios para la aprobación del préstamo de 94 millones de dólares para la compra de los ocho aviones.
Pese a que los informes enviados por Brasil y las indagatorias realizadas por la PEPCA señalan a Canaán Rojas como quien habría recibido de manos Picini Núñez el dinero conferido por Embraer, las autoridades no han hecho pública ninguna acción con miras al sometimiento a la Justicia de dicho legislador, ni de otros “honorables” que también han sido mencionados.
Canaán Rojas y Piccini Núñez llegaron a realizar viajes juntos a la ciudad de New York y a Brasil para concertar los arreglos del soborno con los representantes de la citada empresa brasileña, refiere el informe que tiene el Ministerio Público.
Los mensajes de correos electrónicos intercambiados entre Carlos Piccini, el entonces director de proyectos especiales de las Fuerzas Armadas, y los ejecutivos de la Empresa Brasileira, han permitido individualizar la conducta de los imputados por el caso Súper Tucano.
El sistema de mensajes electrónicos junto al contrato de compra y venta de las aeronaves, así como el convenio de financiamiento entre el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil y la República Dominicana con Embraer fue suministrado a las autoridades brasileñas por los Estados Unidos.
Las investigaciones precisan que los sobornos entregados al senador ascendieron a 3 millones 520 mil dólares y que fueron utilizadas las empresas 4D Business Group SA, propiedad de los Aquino. También Saperofa, propiedad de Samuel Pereyra Rojas sobrino del congresista, y Ferrboc, propiedad de los tíos del funcionario público, Santos Pérez y Sonia Inmaculada Rojas Tabar (tía de Canaán).
El coronel Piccini Núñez aparentemente es la pieza clave para el Ministerio Público, pues es el único en prisión por el caso, ha sido interrogado en innumerables ocasiones y declaró ante un tribunal que el órgano investigador está imputando hechos a una parte de un gran escenario. La PEPCA interrogó al empresario Arturo Balaguer y a otras personas.