En República Dominicana se unificará el sistema de medidas
En el país coexiste una mezcla de medidas. Se usa la libra y el kilo para medir los productos sólidos, litros y galones para los líquidos y las yardas para las telas.
Kirsis Díaz
SANTO DOMINGO. Cuando la profesora Vasselina Radeva llegó a República Dominicana no comprendía el sistema de unidades utilizado en el país. En Bulgaria, de donde es oriunda, el peso de un objeto se mide en gramos o kilogramos.
“Es muy confuso para el cliente. Se me hacía difícil imaginarme qué tanto era una libra de queso. Yo vengo de un país donde se usa solamente unidades de medidas internacionales, por lo que podía imaginarme un kilo pero no una libra”, relató a Diario Libre la maestra del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC).
Desde la más remota antigüedad el hombre ha tenido la necesidad de medir para poder valorar sus bienes y desarrollar un intercambio de los mismos en condiciones de equidad.
A partir de 1875 las naciones comenzaron a adoptar el Sistema Internacional de Unidades (reconocido por las siglas “SI”) luego de la firma en Paris de la Convención del Metro, tratado que fue rubricado por los dominicanos en 1954. Es el sistema de unidades que se usa en todos los países del mundo, a excepción de tres, Birmania, Liberia y Estados Unidos, que no lo han declarado prioritario o único.
Una de las características trascendentales, que constituye el Sistema Internacional, es que sus unidades se basan en fenómenos físicos fundamentales. Este sistema consta de siete unidades básicas que expresan magnitudes físicas: el metro, kilogramo, segundo, amperio, kelvin, mol y candela.
En verde, los países que han adoptado el Sistema Internacional de Unidades como prioritario o único.
En el territorio nacional el Sistema Internacional de Unidades fue declarado obligatorio con la promulgación de Ley 166-12. Sin embargo, aún en el país se utiliza una mezcla de medidas entre este sistema, el inglés y de tiempos coloniales.
“Cuando hablamos de libras, yardas y tareas, hacemos una gran mezcla entre sistemas de medidas. Esas son unidades de medidas que la entendemos los dominicanos, pero este es un país abierto al mundo, donde llegan turistas, y he visto que cuando van a comprar piden un kilogramo y el carnicero dice que, no lo entiende, entonces, no hay una buena comunicación, y es lo que debemos facilitar”, explicó el ingeniero Haygas Kalustian, experto en Metrología.
Kalustian enfatizó que esos métodos antiguos de medida no tienen ninguna base científica, contrario al Sistema Internacional, el cual está basado en constantes físicas universales.
El director del Instituto Dominicano para la Calidad (Indocal), entidad encargada de establecer y promover el SI en el país explicó a este medio que el Sistema no ha empezado de lleno porque están cimentando las bases para comenzar a aplicarlo.
Aunque República Dominicana no ha adoptado oficialmente el sistema métrico, este se ha ido implantando de forma voluntaria en muchas áreas. En el tiempo se usan los segundos, en algunos productos el gramo, los kilómetros en carretera, Celsius para la temperatura, kilovatios para la energía y otros.
“Con ese sistema métrico se busca la exactitud de la medición. Es una ventaja para el ciudadano porque la calidad no es nada más que transparencia”, sostuvo Manuel Guerrero.
Tanto Guerrero como Kalustian están conscientes de que aplicar el SI en territorio dominicano no es sencillo, pues se trata de la cultura de un país. En lugar de libras se usaría el kilogramo y en vez de galón, el litro. (Colocar las medidas)
Para ello, se deberá modificar los textos de educación para que los niños comiencen a ser educados con las nuevas medidas. Ya no se usarán las balanzas de resortes en los colmados sino una que cuente con el sistema métrico y el inglés, y que suministren la información al consumidor en libras y kilos.
“Hay que hacer un cambio cultural comenzando con el sector académico. Hay que tener el marco legal, el reglamento de Metrología, el marco normativo, formar los especialistas de los laboratorios y coordinar la estrategia para la implementación en los diferentes sectores, y no es tan fácil, cada sector tiene sus limitaciones y su lenguaje para medir, en el sector Naval, por ejemplo, se habla de nudos, entonces, hay que valorar qué se puede hacer en cada sector”, explicó Kalustian.
En el sector combustible, dijo, en algunos casos cambiar de unidad de medida sería cuestión de un botón, pero para otros surtidores que cuentan con tecnología antigua el proceso de implementación sería progresivo porque hacer el cambio tiene un costo asociado.
Mientras la hora cero de cambiar las unidades de medida llega, las autoridades del Indocal, como ente regulador de todos los instrumentos de medición que se usan en el país, han estado dando los pasos correspondientes para la ejecución del SI.
“Ya nosotros no permitimos la entrada al país si no trae el sistema métrico, puede traer otro pero tiene que traer ese y que pueda ser cambiable”, detalló Guerrero.
Todos los termómetros que ingresan al país han sido verificados, en estos se aseguran de que la unidad de medida sea en Celsius. Según el funcionario, en los últimos años han rechazado miles de termómetros que no eran adecuados.
Qué cuesta ser parte de la Convención del Metro
Aliarse al tratado tiene un costo que varía y está ligado al Producto Interno Bruto (PIB) de la nación. Según el director del Indocal, el pago de la membresía corresponde al Ministerio de Industria y Comercio (MIC).
“Estamos en negociación porque la cuota para el nivel que teníamos no se correspondía y como hace apenas unos años que estamos de lleno en Metrología, la Convención del Metro entendió esa situación y nos está readecuando el costos de esa membresía”, resaltó Guerrero aunque no respondió la pregunta de cuánto es el pago que se hace.
Dijo que la ventaja de ser miembro de la Convención del Metro es que “podemos aprovechar los avances que en ese sentido han adquirido los países desarrollados”.
Kirsis Díaz
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