Sepultan a los jóvenes que murieron calcinados en un accidente
Se dirigían a Boca Chica de madrugada, tras varias horas tomando alcohol
SANTO DOMINGO. Una tía de Juan Abel Suero Paulino (Jayson), uno de los cinco jóvenes que en la madrugada de ayer murieron calcinados en el kilómetro 17 de la autopista Las Américas, al deslizarse la furgoneta en que se transportaban y estrellarse con una mata de coco, cuando se dirigían a Boca Chica, le había aconsejado que no tomará bebidas alcohólicas, pero él no le hizo caso y después de pasarse varias horas bebiendo con unos amigos, encontró la muerte en el fatal accidente.
“Yo tengo que beberme un pote hoy, porque estoy doblao”, le habría dicho el joven, de 22 años, a su tía Carmen María Pereyra Suero, en respuesta al consejo de que no saliera, porque tenía “unos golondrinos debajo del brazo”.
“Yo le dije que no saliera, que se quedará conmigo en la casa y se fue. De ahí afuera cogieron para la playa, a las cinco de la mañana”, expresó la señora, al lamentar que su sobrino no le hiciera caso.
Relata la señora que Juan Abel era técnico de aire acondicionado, y no tenía hijos. Le sobreviven tres hermanos y su padre, que es sordo. La madre falleció hace varios años.
En el callejón donde residía, ubicado en la calle 39 número 67, del sector capitalino de Cristo Rey, vecinos y familiares lloraban la pérdida de Juan Abel y sus cuatro compañeros, que ayer fueron sepultados en el cementerio de Cristo Rey, sin velarlos, por las condiciones en que quedaron sus cuerpos.
Luego del entierro, un grupo de jóvenes, algunos de los cuales compartieron con Jayson antes de su trágica muerte, lo recordaban tomando cervezas acompañadas de música en un vehículo a alto volumen. Entre las canciones repetían “Nadie es eterno”, de Tito Rojas, y otras del llamado género dembow.
Reporte de la Amet
De acuerdo al reporte de la Autoridad Metropolitana del Transporte (Amet), además de Suero Paulino, de las víctimas, tres mujeres y dos hombres, sólo se habían identificado hasta ayer al mediodía a Samanta Jiménez, de 21 años.
Mientras, el sobreviviente es el joven Jonas Alejandro Paulino Frías, de 22 años, que recibe atenciones médicas en la Unidad de Quemados del Hospital Luis E. Aybar. Las demás identidades están pendientes de verificación por las autoridades del Instituto Nacional de Patología Forense, donde fueron llevados los cadáveres para los fines correspondientes. Este diario no pudo contactar a las familias de las demás víctimas; pero se informó que residían en la calle Higüey y la Lope de Vega.