Se cumplen 51 años del fin de un gobierno que duró siete meses
Juan Bosch intentó establecer el mandato que soñó para la RD
SANTO DOMINGO. “En golpe militar deponen a Bosch”, decía a letras grandes la edición del periódico El Caribe que informaba del acontecimiento ocurrido el 25 de septiembre de 1963, hace ya 51 años.
En la edición del rotativo, y en otra del Listín Diario, se reportaba que el fallecido ex presidente Juan Bosch fue depuesto por las Fuerzas Armadas y que el cuerpo militar estableció un comando transitorio.
Luego, se informó que un triunvirato asumiría el poder, bajo el repudio de grupos estudiantiles.
El panorama vivido por República Dominicana hace 51 años está lejos de repetirse, según entiende el historiador Juan Daniel Balcácer, miembro de Número de la Academia Dominicana de la Historia y presidente de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias.
“Todavía persisten algunos sectores que son integrados por personas de una cosmovisión conservadora de la sociedad y que han ido perdiendo terreno en el campo político”, dice Balcácer. Pero agrega: “Afortunadamente, desde hace ya unos veinte años, los dominicanos nos hemos acostumbrados a vivir en democracia, y veo muy difícil que pueda volverse a repetirse un acontecimiento político tan negativo para el sistema democrático como fue el golpe de Estado del sesenta y tres”.
El gobierno de Bosch fue el primero elegido por el método democrático tras el ajusticiamiento del dictador Rafael Leonidas Trujillo. El líder político obtuvo un triunfo arrollador sobre sus contendores, alcanzando casi el 60% de los votos, recuerda la Fundación Juan Bosch.
Aunque fue combatido por sectores más conservadores de la sociedad, fue posesionado Presidente de la República el 27 de Febrero del 1963.
La visión que tenía para el país se basaba en respeto a la independencia de los tres poderes del Estado, a los derechos civiles y políticos de los ciudadanos, al uso correcto de los poderes y fondos públicos, y a la igualdad de oportunidades para todos.
Fue depuesto a tan solo siete meses de asumir el poder, por un golpe de Estado que se afirma, fue patrocinado desde el exterior del país. Pero tuvo tiempo de promulgar, el 29 de abril de 1963, la Constitución Dominicana considerada la más progresista que ha conocido la República.
El descontento por su deposición y el deseo de restablecer el mandato de Bosch y la vigencia de la Carta Magna, provocaron un levantamiento militar el 24 de abril de 1965.
Balcácer considera que el golpe de Estado contra “el experimento democrático” de Bosch, significó en ese momento “un retroceso dentro de la dinámica que ya había tomado la sociedad dominicana a raíz de la liquidación de la dictadura”. “Al mismo tiempo, fue un hecho que estimuló la conciencia nacional para salir a las calles y a las montañas a defender la naciente constitucionalidad y las libertades públicas y el sistema democrático”.
A la pregunta de cómo sería República Dominicana si no se hubiese producido el golpe de Estado, Balcácer responde: “Lo lógico es conjeturar que el país habría continuado el camino hacia un estadio superior del sistema democrático, lamentablemente no fue así, y por eso tuvimos, no solamente la Revolución de Abril, sino también los 12 años de Balaguer, que fueron prácticamente una extensión de toda la parte despótica del régimen trujillista”.
El historiador entiende que las presentes generaciones deben asumir un rol más proactivo dentro del sistema político, ya sea a través de una organización partidaria o de defensa de los derechos ciudadanos, “porque la democracia es un sistema que es responsabilidad de todos y hay que saber defenderla a como dé lugar”.