Margarita Cedeño, otra exprimera dama tentada por el ejercicio del poder
AL y El Caribe es una de las zonas del mundo donde las mujeres han llegado más alto en el poder
BOGOTÁ.- Margarita Cedeño asumió hoy la vicepresidencia de República Dominicana y se sumó así a la lista de mujeres que después de haber sido primeras damas han dado un paso al frente en la política, entre las que abundan las latinoamericanas.
Cedeño, una abogada de 47 años, está casada desde 2003 con Leonel Fernández, quien hoy traspasó la Presidencia a Danilo Medina, del cual ella será el "número dos" durante los próximos cuatro años.
Con tres jefas de Estado (Argentina, Brasil y Costa Rica), varias vicepresidentas (Guatemala, Honduras y ahora República Dominicana) y dos primeras ministras (Trinidad y Tobago y Jamaica) actualmente, América Latina y el Caribe es una de las zonas del mundo donde las mujeres han llegado más alto en la conquista el poder.
Antes que Cedeño han sido muchas las latinoamericanas y caribeñas esposas o viudas de presidentes y expresidentes que se sintieron tentadas de emular a sus esposos.
La primera fue María Estela Martínez, "Isabelita", tercera esposa del dos veces presidente argentino, Juan Domingo Perón, y primera mujer que llegó a la Presidencia de un país en el mundo, en 1974, y la última seguramente no será Margarita Cedeño.
La esposa del expresidente hondureño Manuel Zelaya, Xiomara Castro, es la precandidata presidencial de Libertad y Refundación (Libre) y cuenta con el apoyo de las cinco corrientes internas del partido, así que muy probablemente competirá por la Presidencia de su país en 2013.
La presidenta argentina, Cristina Fernández, recibió por primera vez la banda presidencial en 2007 de manos de su esposo, Néstor Kirchner, quien no pudo ver como era reelegida en 2011, pues falleció en 2010.
Durante la presidencia de Néstor (2003-2007) y el primer mandato de Cristina hasta la muerte de él, los Kirchner funcionaron como un "tándem" presidencial, lo que les valió no pocas críticas de la oposición.
Kirchner, como líder del Partido Justicialista (PJ, peronista), fue quien eligió a su esposa como candidata presidencial. La guayanesa Janet Jagan, fallecida en 2009, fue también primera dama (1992-1997) antes que primera ministra (1997) y luego presidenta de su país (1997-1999). Su esposo, Cheddi Jagan, fue primer ministro y presidente, pero no fue quien le traspasó la jefatura del Estado en 1997.
Cuando Mireya Moscoso llegó a la presidencia de Panamá en 1999, había ya enviudado de Arnulfo Arias Madrid, que antes de casarse con ella había sido presidente de Panamá en tres ocasiones.
Ni Violeta Chamorro (1990-1997) ni Michelle Bachelet (2006-2010), que fueron presidentas de Nicaragua y Chile, respectivamente, ni las actuales jefas de Estado de Brasil, Dilma Rousseff, y Costa Rica, Laura Chinchilla, fueron "primeras damas" antes de dirigir los destinos de sus países.
Pero Rousseff y Chinchilla sí han tenido mentores o padrinos políticos de importancia: los expresidentes Luiz Inacio Lula da Silva y Oscar Arias, respectivamente.
La primera dama nicaragüense, Rosario Murillo, no ha necesitado ser candidata electoral para tener poder. Su esposo, el presidente Daniel Ortega, que en 2011 ganó un tercer mandato en las urnas de manera muy cuestionada, ha delegado el 50 % del poder en ella, que ejerce como primera dama y portavoz del gobierno y en la práctica hace el papel de ministra de la Presidencia.
Un caso aparte es el de guatemalteca Sandra Torres, que fue primera dama y se divorció de Álvaro Colom cuando él era presidente para evadir el mandato constitucional que prohíbe a los parientes de mandatarios, incluidos esposos y esposas, postularse a la Presidencia.
La justicia le impidió pese al divorcio presentarse a las elecciones de 2011, pero ella no renunció a sus aspiraciones. El 20 de mayo fue elegida secretaria general del opositor partido socialdemócrata Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) y, según dijo entonces a Efe, se disponía a trabajar ya en su candidatura presidencial paras los comicios de 2016.
La propia Cedeño, que gracias a los proyectos sociales del Despacho de la Primera Dama, alcanzó gran popularidad tuvo aspiraciones presidenciales, pero en abril de 2011 las abandonó por razones "éticas", según dijo entonces, y no llegó a competir en las primarias, que ganó el hoy presidente Danilo Medina.
Medina la escogió después como compañera de fórmula para las elecciones de mayo pasado, donde alcanzaron la victoria.