Las habichuelas de Petrocaribe no "guisaron bien"
Este año no hay habichuelas para la entrega a Venezuela, que sólo recibió unas 2,500 TM
SAN JUAN. Las razones que motivaron el fracaso del programa de intercambio de habichuelas negras por combustible, creado como parte del acuerdo Petrocaribe firmado entre los gobiernos de República Dominicana y Venezuela, varían en función de quiénes las expliquen.
Para el embajador de Venezuela en Santo Domingo, Alfredo Murgas, el hecho de que República Dominicana sólo pudiera entregar, en dos años, la mitad de las 10 mil toneladas de habichuelas negras demandadas, se debió a un fallo de planificación. Desde el Gobierno se da la idea de una falta de interés del país sudamericano, debido a una cuestión de precios, ya que los frijoles dominicanos se vendieron a US$1,250 la tonelada métrica, (incluyendo costo, seguro y flete) un precio especial que se concede al país y que es superior a otros mercados internacionales.
Los presidentes Hugo Chávez y Leonel Fernández firmaron el acuerdo Petrocaribe el día 29 de junio del 2005 y el mismo establece compensar parte de la deuda generada por la entrega de los combustibles con productos nacionales. Hasta el año pasado, la deuda por combustibles de República Dominicana con Venezuela, su socio comercial a través de la Refinería de Petróleo, ascendía a US$2,020 millones, de los que se debe pagar este año US$74.1 millones.
Conforme informó el Ministerio de Hacienda en enero pasado, este año se prevé una compensación de la deuda con productos nacionales, como las pastas alimenticias y el azúcar líquido, por unos US$69.8 millones. Las habichuelas no fueron tomadas en cuenta porque, según Hacienda, Venezuela no quiere seguir aceptando el producto al precio anterior, pero, además, por el hecho de que la baja producción que se logró en el campo, resultó deficitario para el pago de la deuda.
Se exportó US$3,243,750 de habichuelas, de un total adeudado para el 2011 de US$48,438,137.52, que vencieron por Petrocaribe, según datos de la Oficina de Negociación de Petrocaribe, del Ministerio de Hacienda.
Para los productores, las causas del fracaso están bien claras, y se deben, sobre todo, a la forma "interesada" cómo actuó el Gobierno. Aseguran que desde el Ministerio de Hacienda, que manejó el programa, los funcionarios a cargo se constituyeron en unos intermediarios más, que sólo buscaban sacar provecho a su papel de simples coordinadores.
Víctor Matos, directivo del Comité Agropecuario Unitario (CAU) refiere el hecho de que a los agricultores se les exigió entre un 8% y un 12% para la limpieza y empaque de los granos, cuando, a su entender, se debió permitir que fueran los propios productores quienes hicieran esas labores para que sus cosechas fueran más rentables. Cuestiona que en los afanes lucrativos, no se planificó debidamente con la gente del campo.
"Cuando se inicia el programa, el Gobierno pide habichuelas negras, pero en ningún momento las autoridades tomaron en cuenta para esa planificación a los productores de San Juan. Lo hicieron a modo y semejanza de sus ideas y ahí está el fruto: solo duró una cosecha y fracasó, porque la realidad de los productores ellos no la conocen", comenta Matos.
Planificado o no, Matos recuerda que para el año 2009, cuando se sembraron las primeras habichuelas con fines de exportación, participaron unos 100 productores de San Juan, quienes recibieron un financiamiento de RD$2,000 por tarea. Indica que para entonces, el proyecto buscaba sembrar todo el valle, pero que apenas lograron plantar alrededor de 15 mil tareas, lo que atribuye a la poca claridad con que se manejó.
"Nos involucramos a tientas, porque no había nada definido, ni precio, nada. Fue un intento apresurado. Y además, las normas para entrega no eran convenientes, pues resultaba leonino vendérselas a ellos, porque quien recibía las habichuelas no era el Estado, sino una empresa privada". Mencionan a Granos Nacionales, que hacía las gestiones de limpieza y empaque, a cambio del referido porcentaje, y compró a razón de RD$1,900 por quintal. Sin embargo, en la Oficina de Petrocaribe, de Hacienda, recuerdan que los pilares del programa consistieron en ofrecer a los participantes un financiamiento ventajoso de sus cosechas, de un 8% anual de interés, insumos a precios reducidos; se les dio "supervisión profesional a través de un acuerdo con el Ministerio de Agricultura, precio de compra garantizado y pronto pago".
Pero el desánimo con que se expresan, tanto Matos, como otros agricultores de la zona, no les motivó en noviembre pasado, mes en que se plantan las habichuelas que serán recogidas en febrero, para volver a incursionar en la siembra de habichuelas negras, cuya producción estima no alcanza siquiera el 15% de años anteriores, ninguna con fines de exportación.
"Aquí los ánimos estaban fríos, pues ahora mismo no hay 40 productores con habichuelas negras sembradas. Son muy pocos", comenta Hilario Arnaud Santana, asesor técnico del CAU.
Sostiene que este año tendrán problemas con varios organismos internacionales que compran este tipo de frijol en San Juan, a los que no podrán cubrirle ni apenas el 5% de la demanda. Cita entre los organismos a la FAO, la ICA, y la GTZ, los cuales siempre acuden a comprar, mediante licitación, entre 15 mil y 20 mil toneladas de semillas de habichuelas negras para sus proyectos de colaboración, principalmente en Haití.
El asesor, destaca, además, el tema de la importación como uno de los inconvenientes del programa con Venezuela.
"Venezuela no se ha retirado porque los productos nuestros sean más costosos. No. Tenemos la calidad que es lo que a ellos les interesa del producto nuestro. Venezuela se retiró por la inconsistencia nuestra de abastecer una demanda de manera continua. Debíamos entregarle inicialmente 10 mil toneladas de habichuelas negras, pero apenas le entregamos unos 110 mil quintales, que son unas 5 mil toneladas, de las cuales sólo se compraron en el país, 30 mil quintales, lo que indica que las 80 mil restantes lo compró (el Estado) en otra parte para entregarlo a Venezuela".
260 mil tareas
Para este año, el programa de la siembra de las habichuelas está en manos del Ministerio de Agricultura, que, según sus informaciones, tiene identificadas unas 260 mil tareas para la cosecha.
Habichuelas importadas podrían afectar Petrocaribe
Cuestionado sobre el tema de la importación, el embajador de Venezuela en el país, Alfredo Murgas, insiste en la necesidad de que el producto sea dominicano, tal y como se establece en el acuerdo, porque de lo contrario, éste podría verse afectado.
"El problema es que el convenio funciona, o en su filosofía, se pretende que funcione en beneficio de los dos, y para que así sea, estamos obligados a que sean habichuelas producidas por el productor dominicano, y eso sí es un requisito nuestro". O sea, que podría alterar el contrato?, se le cuestionó, a lo que el Embajador respondió: "Claro, pero nosotros no tenemos evidencia de que eso haya ocurrido".
Dominicana ha enviado a Venezuela cuatro embarques de habichuelas negras.
El primero se realizó en octubre del 2010, con una cantidad de 800 toneladas métricas (TM- equivalentes cada una a 22 quintales aproximadamente). El segundo, de otras 800 TM, salió en enero 2011, el tercero de 497 TM en julio de ese mismo año y el último de 498 TM en septiembre pasado, para un total exportado de 2,595 TM.
Según Hacienda, de esa cantidad se compró directamente 1,923.46 TM (42,316.23 quintales) a los productores locales, y el resto se compró a intermediarios locales, por lo que asegura que "en todos los casos las habichuelas fueron de producción local y certificadas para su exportación".
Para Murgas, la falta de planificación fue la causante de que el programa de intercambio no se haya podido mantener. Sin embargo, el diplomático refiere poca eficiencia en la forma y el tiempo en que se hizo la solicitud desde su país, y descarta de plano las afirmaciones que hacen algunos sectores de una falta de interés en el producto nacional.
El Embajador admite, sin embargo, que si no se logró concretar la cantidad de habichuelas solicitadas, se debió en parte al hecho de que Venezuela importó el producto de otros países, entre los que menciona a Nicaragua, con quien tiene también acuerdo de Petrocaribe, y de Brasil.
"Seguimos teniendo el mismo interés, sólo que ahora, necesitamos para beneficio de los dos, mejorar los mecanismos de intercambio y programación, tanto de parte nuestra, con las solicitudes, como lo que podamos obtener en RD", sostiene.
Indicó que con esos fines visitaría el país el vice ministro de Alimentación de Venezuela, quien evaluará las capacidades instaladas de Dominicana, así como otros rubros que pudieran interesarles, entre los que se explora el tema de la leche y los derivados lácteos.
Para el embajador de Venezuela en Santo Domingo, Alfredo Murgas, el hecho de que República Dominicana sólo pudiera entregar, en dos años, la mitad de las 10 mil toneladas de habichuelas negras demandadas, se debió a un fallo de planificación. Desde el Gobierno se da la idea de una falta de interés del país sudamericano, debido a una cuestión de precios, ya que los frijoles dominicanos se vendieron a US$1,250 la tonelada métrica, (incluyendo costo, seguro y flete) un precio especial que se concede al país y que es superior a otros mercados internacionales.
Los presidentes Hugo Chávez y Leonel Fernández firmaron el acuerdo Petrocaribe el día 29 de junio del 2005 y el mismo establece compensar parte de la deuda generada por la entrega de los combustibles con productos nacionales. Hasta el año pasado, la deuda por combustibles de República Dominicana con Venezuela, su socio comercial a través de la Refinería de Petróleo, ascendía a US$2,020 millones, de los que se debe pagar este año US$74.1 millones.
Conforme informó el Ministerio de Hacienda en enero pasado, este año se prevé una compensación de la deuda con productos nacionales, como las pastas alimenticias y el azúcar líquido, por unos US$69.8 millones. Las habichuelas no fueron tomadas en cuenta porque, según Hacienda, Venezuela no quiere seguir aceptando el producto al precio anterior, pero, además, por el hecho de que la baja producción que se logró en el campo, resultó deficitario para el pago de la deuda.
Se exportó US$3,243,750 de habichuelas, de un total adeudado para el 2011 de US$48,438,137.52, que vencieron por Petrocaribe, según datos de la Oficina de Negociación de Petrocaribe, del Ministerio de Hacienda.
Para los productores, las causas del fracaso están bien claras, y se deben, sobre todo, a la forma "interesada" cómo actuó el Gobierno. Aseguran que desde el Ministerio de Hacienda, que manejó el programa, los funcionarios a cargo se constituyeron en unos intermediarios más, que sólo buscaban sacar provecho a su papel de simples coordinadores.
Víctor Matos, directivo del Comité Agropecuario Unitario (CAU) refiere el hecho de que a los agricultores se les exigió entre un 8% y un 12% para la limpieza y empaque de los granos, cuando, a su entender, se debió permitir que fueran los propios productores quienes hicieran esas labores para que sus cosechas fueran más rentables. Cuestiona que en los afanes lucrativos, no se planificó debidamente con la gente del campo.
"Cuando se inicia el programa, el Gobierno pide habichuelas negras, pero en ningún momento las autoridades tomaron en cuenta para esa planificación a los productores de San Juan. Lo hicieron a modo y semejanza de sus ideas y ahí está el fruto: solo duró una cosecha y fracasó, porque la realidad de los productores ellos no la conocen", comenta Matos.
Planificado o no, Matos recuerda que para el año 2009, cuando se sembraron las primeras habichuelas con fines de exportación, participaron unos 100 productores de San Juan, quienes recibieron un financiamiento de RD$2,000 por tarea. Indica que para entonces, el proyecto buscaba sembrar todo el valle, pero que apenas lograron plantar alrededor de 15 mil tareas, lo que atribuye a la poca claridad con que se manejó.
"Nos involucramos a tientas, porque no había nada definido, ni precio, nada. Fue un intento apresurado. Y además, las normas para entrega no eran convenientes, pues resultaba leonino vendérselas a ellos, porque quien recibía las habichuelas no era el Estado, sino una empresa privada". Mencionan a Granos Nacionales, que hacía las gestiones de limpieza y empaque, a cambio del referido porcentaje, y compró a razón de RD$1,900 por quintal. Sin embargo, en la Oficina de Petrocaribe, de Hacienda, recuerdan que los pilares del programa consistieron en ofrecer a los participantes un financiamiento ventajoso de sus cosechas, de un 8% anual de interés, insumos a precios reducidos; se les dio "supervisión profesional a través de un acuerdo con el Ministerio de Agricultura, precio de compra garantizado y pronto pago".
Pero el desánimo con que se expresan, tanto Matos, como otros agricultores de la zona, no les motivó en noviembre pasado, mes en que se plantan las habichuelas que serán recogidas en febrero, para volver a incursionar en la siembra de habichuelas negras, cuya producción estima no alcanza siquiera el 15% de años anteriores, ninguna con fines de exportación.
"Aquí los ánimos estaban fríos, pues ahora mismo no hay 40 productores con habichuelas negras sembradas. Son muy pocos", comenta Hilario Arnaud Santana, asesor técnico del CAU.
Sostiene que este año tendrán problemas con varios organismos internacionales que compran este tipo de frijol en San Juan, a los que no podrán cubrirle ni apenas el 5% de la demanda. Cita entre los organismos a la FAO, la ICA, y la GTZ, los cuales siempre acuden a comprar, mediante licitación, entre 15 mil y 20 mil toneladas de semillas de habichuelas negras para sus proyectos de colaboración, principalmente en Haití.
El asesor, destaca, además, el tema de la importación como uno de los inconvenientes del programa con Venezuela.
"Venezuela no se ha retirado porque los productos nuestros sean más costosos. No. Tenemos la calidad que es lo que a ellos les interesa del producto nuestro. Venezuela se retiró por la inconsistencia nuestra de abastecer una demanda de manera continua. Debíamos entregarle inicialmente 10 mil toneladas de habichuelas negras, pero apenas le entregamos unos 110 mil quintales, que son unas 5 mil toneladas, de las cuales sólo se compraron en el país, 30 mil quintales, lo que indica que las 80 mil restantes lo compró (el Estado) en otra parte para entregarlo a Venezuela".
260 mil tareas
Para este año, el programa de la siembra de las habichuelas está en manos del Ministerio de Agricultura, que, según sus informaciones, tiene identificadas unas 260 mil tareas para la cosecha.
Habichuelas importadas podrían afectar Petrocaribe
Cuestionado sobre el tema de la importación, el embajador de Venezuela en el país, Alfredo Murgas, insiste en la necesidad de que el producto sea dominicano, tal y como se establece en el acuerdo, porque de lo contrario, éste podría verse afectado.
"El problema es que el convenio funciona, o en su filosofía, se pretende que funcione en beneficio de los dos, y para que así sea, estamos obligados a que sean habichuelas producidas por el productor dominicano, y eso sí es un requisito nuestro". O sea, que podría alterar el contrato?, se le cuestionó, a lo que el Embajador respondió: "Claro, pero nosotros no tenemos evidencia de que eso haya ocurrido".
Dominicana ha enviado a Venezuela cuatro embarques de habichuelas negras.
El primero se realizó en octubre del 2010, con una cantidad de 800 toneladas métricas (TM- equivalentes cada una a 22 quintales aproximadamente). El segundo, de otras 800 TM, salió en enero 2011, el tercero de 497 TM en julio de ese mismo año y el último de 498 TM en septiembre pasado, para un total exportado de 2,595 TM.
Según Hacienda, de esa cantidad se compró directamente 1,923.46 TM (42,316.23 quintales) a los productores locales, y el resto se compró a intermediarios locales, por lo que asegura que "en todos los casos las habichuelas fueron de producción local y certificadas para su exportación".
Para Murgas, la falta de planificación fue la causante de que el programa de intercambio no se haya podido mantener. Sin embargo, el diplomático refiere poca eficiencia en la forma y el tiempo en que se hizo la solicitud desde su país, y descarta de plano las afirmaciones que hacen algunos sectores de una falta de interés en el producto nacional.
El Embajador admite, sin embargo, que si no se logró concretar la cantidad de habichuelas solicitadas, se debió en parte al hecho de que Venezuela importó el producto de otros países, entre los que menciona a Nicaragua, con quien tiene también acuerdo de Petrocaribe, y de Brasil.
"Seguimos teniendo el mismo interés, sólo que ahora, necesitamos para beneficio de los dos, mejorar los mecanismos de intercambio y programación, tanto de parte nuestra, con las solicitudes, como lo que podamos obtener en RD", sostiene.
Indicó que con esos fines visitaría el país el vice ministro de Alimentación de Venezuela, quien evaluará las capacidades instaladas de Dominicana, así como otros rubros que pudieran interesarles, entre los que se explora el tema de la leche y los derivados lácteos.