Solano Guzmán traficó heroína en RD, Venezuela y EE.UU.
Ex mujer lo delató en la Corte Federal durante un interrogatorio el 6 de febrero
NUEVA YORK.- El doctor Nelson Mauricio Solano Guzmán, extraditado desde la República Dominicana a Nueva York en el 2005, traficó heroína, según los fiscales federales en su país natal, Venezuela y varias ciudades de los Estados Unidos.
Documentos oficiales de la corte lo sindican como uno de los jefes de una banda internacional que traficaba la droga a través de los mares junto a su ex compañera Carmen Bensus Cardoso, la que durante un interrogatorio el pasado 6 de febrero ante la jueza Laura Taylor Swain en la sala 17-B de la Corte Federal del Distrito Sur, lo delató e implicó también a su hijo Edward, Miguel Díaz, "El Gordo" y a "El Chiquito", a los dos últimos, los identificó sólo por sus apodos.
El expediente marcado con el número 05cr563, sostiene que Solano Guzmán y Cardoso compraron un pasaje para Caracas (Venezuela) en noviembre del 2003, ciudad en la que se encontrarían con traficantes internacionales para hablar sobre un cargamento de heroína que ellos pondrían en el mercado callejero de los Estados Unidos y otros países.
El ticket aéreo fue comprado en el 2003. Se añade en la acusación que el 12 de noviembre del 2004 en Atlanta (Georgia) un agente encubierto identificado como "CC1" compró 2 de kilos de heroína a integrantes de la misma banda y en noviembre 17 del mismo año el encubierto "CC2" consiguió que le vendieran 5 kilos.
"El 5 de febrero del 2005, el co conspirador identificado como CC3 y que no está acusado en el caso, le hizo una llamada desde Nueva York a la señora Cardoso que estaba en la República Dominicana en la que hablaron respecto al transporte de narcóticos", añade el expediente.
En el interrogatorio al que fue sometida por el fiscal asistente Schmitt, ella admitió que le entregó $108, 500 dólares a un detective encubierto de narcóticos identificado por el apellido de McAllister con el propósito de que éste "sobornara" a las autoridades federales y Solano Guzmán saliera en libertad. Dijo que la entrega del dinero la hizo en la calle 57 y Oncena avenida en el centro de Manhattan.
Expresó Cardoso que le pidió "ayuda" al federal para que sacara a Nelson de la cárcel.
Indicó que la suma le fue entregada en su apartamento del edificio 330 Oeste de la calle 45 (Times Square) por un "sujeto" que no identificó. La transacción se hizo el 24 de enero del 2005.
-¿Porqué le entregó el dinero al encubierto?, le preguntó el fiscal.
-Suponía que ese dinero era para soltar a Nelson, respondió la mujer.
Indicó que antes de la entrega del dinero, Nelson le había dicho por teléfono que "algo bueno venía..." en referencia nuevos cargamentos de drogas. También la calmó diciéndole que no se preocupara por el pago de la renta y las facturas mensuales que él correría con esos gastos.
"Y además hablamos de cocaína y heroína", sostuvo ella durante el interrogatorio. Añadió que su hijo Edward era el socio en el negocio del narcotráfico de Miguel Díaz. Explicó que tuvo algunos encontronazos con su madre, la que le aseguraba que "Nelson podría ser un informante de la DEA".
Su madre, precisó Cardoso, sabía de las transacciones de drogas en la que su hija estaba envuelta. Manifestó que en algún momento, temió por su madre después que Díaz fue arrestado. "Sabía que los problemas venían y que su nombre (el de la madre) podría ser mencionado por Miguel a los federales y yo no quería eso".
En el expediente, la progenitora de Cardoso no figura como co acusada en el caso. Se enteró del arresto de Díaz porque su madre le informó que este estaba enfermo en el hospital y que había sido arrestado por los federales.
La extradición de Solano Guzmán fue tomada como uno de los temas presidenciales de campaña por el PRD que lo vinculó a contratas por más de $5 mil millones de pesos que supuestamente le había otorgado el presidente Leonel Fernández junto al cual aparece en docenas de fotos que se divulgaron en la prensa.
Un hermano del acusado, el ingeniero Benjamín Solano, negó a este reportero la vinculación del mandatario con su pariente y dijo que nunca hubo una relación entre ambos.
El juicio a Solano Guzmán que estaba programado para este 23 de febrero fue reenviado para el 5 de mayo próximo a la espera de que tanto la cancillería como la embajada dominicana en Washington intervengan ante los departamentos de Estado y Justicia de los Estados Unidos, debido a que, según denuncias de sus familiares, los fiscales federales en Nueva York violaron el articulado IV del Tratado de Extradición de 1909 en el que se advierte que no se pueden añadir cargos que no existen para justificar el envío de un potencial extraditado.
Documentos oficiales de la corte lo sindican como uno de los jefes de una banda internacional que traficaba la droga a través de los mares junto a su ex compañera Carmen Bensus Cardoso, la que durante un interrogatorio el pasado 6 de febrero ante la jueza Laura Taylor Swain en la sala 17-B de la Corte Federal del Distrito Sur, lo delató e implicó también a su hijo Edward, Miguel Díaz, "El Gordo" y a "El Chiquito", a los dos últimos, los identificó sólo por sus apodos.
El expediente marcado con el número 05cr563, sostiene que Solano Guzmán y Cardoso compraron un pasaje para Caracas (Venezuela) en noviembre del 2003, ciudad en la que se encontrarían con traficantes internacionales para hablar sobre un cargamento de heroína que ellos pondrían en el mercado callejero de los Estados Unidos y otros países.
El ticket aéreo fue comprado en el 2003. Se añade en la acusación que el 12 de noviembre del 2004 en Atlanta (Georgia) un agente encubierto identificado como "CC1" compró 2 de kilos de heroína a integrantes de la misma banda y en noviembre 17 del mismo año el encubierto "CC2" consiguió que le vendieran 5 kilos.
"El 5 de febrero del 2005, el co conspirador identificado como CC3 y que no está acusado en el caso, le hizo una llamada desde Nueva York a la señora Cardoso que estaba en la República Dominicana en la que hablaron respecto al transporte de narcóticos", añade el expediente.
En el interrogatorio al que fue sometida por el fiscal asistente Schmitt, ella admitió que le entregó $108, 500 dólares a un detective encubierto de narcóticos identificado por el apellido de McAllister con el propósito de que éste "sobornara" a las autoridades federales y Solano Guzmán saliera en libertad. Dijo que la entrega del dinero la hizo en la calle 57 y Oncena avenida en el centro de Manhattan.
Expresó Cardoso que le pidió "ayuda" al federal para que sacara a Nelson de la cárcel.
Indicó que la suma le fue entregada en su apartamento del edificio 330 Oeste de la calle 45 (Times Square) por un "sujeto" que no identificó. La transacción se hizo el 24 de enero del 2005.
-¿Porqué le entregó el dinero al encubierto?, le preguntó el fiscal.
-Suponía que ese dinero era para soltar a Nelson, respondió la mujer.
Indicó que antes de la entrega del dinero, Nelson le había dicho por teléfono que "algo bueno venía..." en referencia nuevos cargamentos de drogas. También la calmó diciéndole que no se preocupara por el pago de la renta y las facturas mensuales que él correría con esos gastos.
"Y además hablamos de cocaína y heroína", sostuvo ella durante el interrogatorio. Añadió que su hijo Edward era el socio en el negocio del narcotráfico de Miguel Díaz. Explicó que tuvo algunos encontronazos con su madre, la que le aseguraba que "Nelson podría ser un informante de la DEA".
Su madre, precisó Cardoso, sabía de las transacciones de drogas en la que su hija estaba envuelta. Manifestó que en algún momento, temió por su madre después que Díaz fue arrestado. "Sabía que los problemas venían y que su nombre (el de la madre) podría ser mencionado por Miguel a los federales y yo no quería eso".
En el expediente, la progenitora de Cardoso no figura como co acusada en el caso. Se enteró del arresto de Díaz porque su madre le informó que este estaba enfermo en el hospital y que había sido arrestado por los federales.
La extradición de Solano Guzmán fue tomada como uno de los temas presidenciales de campaña por el PRD que lo vinculó a contratas por más de $5 mil millones de pesos que supuestamente le había otorgado el presidente Leonel Fernández junto al cual aparece en docenas de fotos que se divulgaron en la prensa.
Un hermano del acusado, el ingeniero Benjamín Solano, negó a este reportero la vinculación del mandatario con su pariente y dijo que nunca hubo una relación entre ambos.
El juicio a Solano Guzmán que estaba programado para este 23 de febrero fue reenviado para el 5 de mayo próximo a la espera de que tanto la cancillería como la embajada dominicana en Washington intervengan ante los departamentos de Estado y Justicia de los Estados Unidos, debido a que, según denuncias de sus familiares, los fiscales federales en Nueva York violaron el articulado IV del Tratado de Extradición de 1909 en el que se advierte que no se pueden añadir cargos que no existen para justificar el envío de un potencial extraditado.