¡Bosch inmortal!
Juan Emilio Bosch Gaviño, escritor, cuentista, novelista y ensayista, nació en la ciudad de La Vega el 30 de junio de 1909, hijo de don José Bosch y Ángela Gaviño. El padre de nacionalidad española y la madre también, nacida en Puerto Rico, se habían establecido en el país en los finales del siglo diecinueve.
Bosch vivió los primeros años de su infancia en una pequeña comunidad rural de esa provincia, llamada Río Verde. Realizó allí sus estudios primarios y más tarde su familia se trasladó al pueblo de La Vega en donde cursó los primeros años del bachillerato. En su adolescencia y juventud vivió en la ciudad de Santo Domingo y trabajó en establecimientos comerciales; luego viajó a España, Venezuela y algunas de las islas del Caribe. A su retorno a la República Dominicana en los primeros años de la década iniciada en 1931, publicó su ensayo "Indios", inmediatamente después "Camino Real y la novela "La Mañosa", aclamada por la crítica nacional como una obra de extraordinario valor en la literatura dominicana. Fundó y dirigió la página literaria del periódico Listín Diario, en la cual se perfiló como notable crítico de arte y ensayista. Casó con la señora Isabel García y en su matrimonio procrearon a sus hijos León y Carolina.
En los primeros años de la dictadura de Rafael Trujillo Molina fue encarcelado por razones políticas, permaneciendo varios meses en prisión siendo libertado sin cargos de ninguna naturaleza. En 1938 se ausentó del país estableciéndose en Puerto Rico, y luego se trasladó a Cuba; allí dirigió la edición de las obras completas de Eugenio María de Hostos. En 1939, junto a otros exiliados políticos, fundó el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), el cual dio a conocer y organizó en otros países del Caribe y América Latina. En los años transcurridos entre 1940 y 1945 se destacó como uno de los más notables escritores de cuentos de la región y laboró activamente en la formación de un frente antitrujillista encabezado por el PRD. Colaboró con el Partido Revolucionario Cubano y desempeñó un destacado papel en la redacción de la Constitución de aquel país promulgada en 1940. Residiendo allí contrajo matrimonio con la dama cubana Carmen Quidiello, de cuyo matrimonio nacieron sus hijos Patricio y Bárbara.
Ganó importantes premios internacionales de cuentos y ensayos, entre los cuales se distingue el premio "Hernández Catá" que se otorgaba en La Habana a los cuentos escritos por autores de América Latina. Fue uno de los principales organizadores de la expedición militar que se gestó en "Cayo Confite" y en la cual participaron cientos de ciudadanos dominicanos, cubanos y centroamericanos con intención de derrocar la dictadura de Trujillo.
Fracasada esa expedición, Bosch se trasladó a Venezuela y a otros países de América Central, donde desarrolló una activa campaña antitrujillista y consolidó su fama de escritor, cuentista y ensayista de primera categoría. Para ese momento había escrito cuentos de profundo contenido social, entre los que pueden citarse: "La Noche Buena de Encarnación Mendoza", "Luis Pié", "Los Amos" y "El Indio Manuel Sicuri" calificados por la crítica como obras maestras del género. En Cuba, lugar al que regresó requerido por sus amigos del Partido Revolucionario Auténtico, desempeñó importantes papeles en la vida política, siendo reconocido como promotor y autor de importantes leyes y del discurso pronunciado por el Presidente de la República, cuando se trasladaron los restos de José Martí al cementerio de Santiago de Cuba. Meses después del derrocamiento del gobierno civil, como consecuencia del golpe de Estado encabezado por Fulgencio Batista, y después de haber sido encarcelado por las fuerzas represivas del gobierno golpista, se ausentó nuevamente del país estableciéndose en Costa Rica.
Dedicado en ese lugar a tareas pedagógicas políticas y a sus actividades como presidente del PRD, el más importante Partido político opositor al régimen de Trujillo, en el exilio, se produjo en Cuba el triunfo del Movimiento Revolucionario encabezado por Fidel Castro, que motorizó un reordenamiento político, económico y social en los países del Caribe. Bosch, con instinto certero, percibió el proceso histórico que se había iniciado a partir del 1ro. de enero de 1959, con el advenimiento de Castro a la jefatura política y militar de la nación cubana y dirigió a Trujillo una carta, el 27 de febrero de 1961, en la cual le advertía que su papel político, en términos históricos, había concluido en la República Dominicana.
Ajusticiado Trujillo el 30 de mayo de ese año, Bosch regresó a su país luego de veintitrés años de exilio, cuatro meses después de haberse establecido en territorio dominicano el Partido que había fundado en 1939. Su presencia en la vida política nacional, como candidato a la presidencia de la República, revolucionó y modificó substancialmente el estilo de realizar campañas electorales en nuestro país. Su forma directa y sencilla de dirigirse a las capas más bajas de la población, tanto rurales como urbanas, le permitió desarrollar una profunda influencia y simpatías populares, que lo perfilaron como incuestionable ganador de las elecciones de diciembre de 1962.
Celebrado el torneo electoral, Bosch obtuvo un triunfo arrollador con el 60% de los votos, sobre los sectores más conservadores del país representados por la Unión Cívica Nacional. Combatido desde antes de su ascensión al poder por esos mismos sectores apoyados desde el exterior, tomó posesión como presidente de la República el 27 de febrero de 1963, y dio inicio a una gestión gubernativa, patriótica, reformadora, de incuestionable honestidad administrativa y de profundo reordenamiento económico y social. Su gobierno fue derrocado por un golpe militar apoyado por las fuerzas más conservadoras de la nación, estimuladas por sectores del gobierno de los Estados Unidos. La insatisfacción popular generó menos de dos años después el levantamiento militar del 24 de abril de 1965, que tenía como objetivo el restablecimiento del Gobierno Constitucional que Bosch había presidido, y la vigencia de la Constitución que su gobierno había promulgado el 29 de abril de 1963, la más progresista y liberal que ha conocido la República.
Impedido de regresar al poder por la intervención militar norteamericana, apoyada por la Organización de los Estados Americanos (OEA), se vio obligado, por las circunstancias, a participar en las elecciones realizadas el 30 de mayo de 1966, bajo la dirección y el control de las fuerzas interventoras. Bosch se marchó al exterior radicándose en España, donde realizó una extraordinaria labor literaria produciendo algunas de sus obras más importantes, entre las cuales están: "Composición Social Dominicana", "Breve Historia de la Oligarquía", "De Cristóbal Colón a Fidel Castro: El Caribe, Frontera Imperial" y numerosos artículos de diferentes géneros publicados en revistas, periódicos y otras publicaciones del país y del exterior. Regresó a la República Dominicana en abril de 1970 con la intención de reorganizar y modernizar al PRD, convirtiendo a sus miembros en militantes activos, estudiosos de la realidad histórica y social de su país. Ese proyecto no fue aceptado por la mayoría de la dirección del PRD. Las diferencias y contradicciones entre Bosch y un sector importante de la dirección de ese Partido lo llevó a abandonar las filas de esa organización en noviembre de 1973 y fundar el 15 de diciembre de ese año, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Bajo su liderato y rectoría el PLD se ha convertido en una de las fuerzas políticas más importantes del país. Ganó las elecciones de 1996 iniciando una gestión encabezada por el doctor Leonel Fernández Reyna, que culminó en agosto del año 2000. El PLD, como organización patriótica y democrática tiene ganado un incuestionable crédito en la República Dominicana y en otros pueblos de América y del mundo.
Su relevante aporte a las letras nacionales y americanas en la narrativa, novelas y ensayos lo convirtieron en una gloria literaria, maestro de dos generaciones de escritores, cuentistas, novelistas, ensayistas, periodistas e historiadores entre los cuales se distinguen algunas de las más sobresalientes figuras de nuestro país y de América Latina.
Su conducta patriótica, cívica, honesta, valiente y militante, como gobernante y líder lo convierten en un símbolo de la dignidad nacional y en un ejemplo a seguir para las generaciones presentes y futuras de nuestra Patria. Falleció el primero de noviembre del 2001. Murió siendo el presidente moral de la República.