Irán ahorca a mujer que mató a presunto violador
"Las heridas con cuchillo se produjeron por la espalda, lo que demuestra que no se trató de un acto
TEHERÁN.- Una mujer condenada por el asesinato de un hombre que, según ella, trató de violarla, fue ejecutada ayer por ahorcamiento en Irán, informó la agencia oficial de noticias IRNA.
La ONU y Amnistía Internacional, además de otros grupos de derechos humanos, habían pedido a la judicatura iraní que suspendiese la ejecución. No obstante, IRNA informó que Reyhaneh Jabbari, de 27 años, fue ahorcada al amanecer por asesinato premeditado.
La agencia citó el veredicto del tribunal que rechazaba su demanda por intento de violación y decía que todas las pruebas demostraban que Jabbari había incurrido en asociación ilícita para matar a Morteza Abdolali Sarbandi, un ex agente de inteligencia.
De acuerdo con el fallo de la corte, Jabbari apuñaló a Sarbandi en la espalda en 2007 después de comprar un cuchillo dos días antes.
"Las heridas con cuchillo se produjeron por la espalda, lo que demuestra que no se trató de un acto en defensa propia", según el veredicto citado por la agencia.
De acuerdo con la investigación citada por la agencia, Jabbari envió un mensaje de texto a un amigo en el que decía que pensaba matar a Sarbandi tres días antes del hecho.
Jabbari fue declarada culpable de homicidio premeditado en 2009 pero la sentencia se cumplió hasta que la Corte Suprema de Irán la ratificó. La familia del hombre asesinado pudo haber salvado la vida de la acusada si hubiese aceptado una indemnización o la perdonara pero se negó a ambas posibilidades.
Gran Bretaña, Alemania y un grupo de parlamentarios europeos condenaron la ejecución, al igual que Estados Unidos.
"Hubo serias preocupaciones sobre la justicia del proceso y las circunstancias del caso, incluyendo reportes de confesiones hechas bajo severas presiones", dijo la portavoz del Departamento de estado norteamericano Jen Psaki.
"Nos sumamos a las voces de aquellos que llaman a Irán a respetar las garantías de un juicio justo existentes bajo las propias leyes de Irán y sus obligaciones internacionales", dijo Psaki.
Medios de prensa iraníes informaron que la familia de la víctima insistió en ejercer el principio establecido en la ley islámica de "ojo por ojo", en parte porque Jabbari acusó a Sarbandi de ser un violador y el caso se convirtió en una campaña de muy alto perfil.
En un comunicado previo al ahorcamiento, Amnistía Internacional dijo que la investigación tenía "numerosas fallas" y que las acusaciones de Jabbari "al parecer nunca fueron investigadas a profundidad". El grupo se opone a la pena de muerte y ha condenado el uso de la pena capital por parte de Irán.
Ahmed Shaheed, relator especial de la ONU para los derechos humanos en Irán, dijo en abril que la imposición de la pena de muerte va en contra de la actual tendencia internacional a promover una moratoria de ella, antes de abolirla.
La ONU y Amnistía Internacional, además de otros grupos de derechos humanos, habían pedido a la judicatura iraní que suspendiese la ejecución. No obstante, IRNA informó que Reyhaneh Jabbari, de 27 años, fue ahorcada al amanecer por asesinato premeditado.
La agencia citó el veredicto del tribunal que rechazaba su demanda por intento de violación y decía que todas las pruebas demostraban que Jabbari había incurrido en asociación ilícita para matar a Morteza Abdolali Sarbandi, un ex agente de inteligencia.
De acuerdo con el fallo de la corte, Jabbari apuñaló a Sarbandi en la espalda en 2007 después de comprar un cuchillo dos días antes.
"Las heridas con cuchillo se produjeron por la espalda, lo que demuestra que no se trató de un acto en defensa propia", según el veredicto citado por la agencia.
De acuerdo con la investigación citada por la agencia, Jabbari envió un mensaje de texto a un amigo en el que decía que pensaba matar a Sarbandi tres días antes del hecho.
Jabbari fue declarada culpable de homicidio premeditado en 2009 pero la sentencia se cumplió hasta que la Corte Suprema de Irán la ratificó. La familia del hombre asesinado pudo haber salvado la vida de la acusada si hubiese aceptado una indemnización o la perdonara pero se negó a ambas posibilidades.
Gran Bretaña, Alemania y un grupo de parlamentarios europeos condenaron la ejecución, al igual que Estados Unidos.
"Hubo serias preocupaciones sobre la justicia del proceso y las circunstancias del caso, incluyendo reportes de confesiones hechas bajo severas presiones", dijo la portavoz del Departamento de estado norteamericano Jen Psaki.
"Nos sumamos a las voces de aquellos que llaman a Irán a respetar las garantías de un juicio justo existentes bajo las propias leyes de Irán y sus obligaciones internacionales", dijo Psaki.
Medios de prensa iraníes informaron que la familia de la víctima insistió en ejercer el principio establecido en la ley islámica de "ojo por ojo", en parte porque Jabbari acusó a Sarbandi de ser un violador y el caso se convirtió en una campaña de muy alto perfil.
En un comunicado previo al ahorcamiento, Amnistía Internacional dijo que la investigación tenía "numerosas fallas" y que las acusaciones de Jabbari "al parecer nunca fueron investigadas a profundidad". El grupo se opone a la pena de muerte y ha condenado el uso de la pena capital por parte de Irán.
Ahmed Shaheed, relator especial de la ONU para los derechos humanos en Irán, dijo en abril que la imposición de la pena de muerte va en contra de la actual tendencia internacional a promover una moratoria de ella, antes de abolirla.
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