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Tercero en un año

Con su tercer jefe en un año, la compañía Yahoo, que maneja el muy conocido portal de internet que lleva su nombre, no ha hecho caso del principio de que no se debe cambiar de montura mientras se está cruzando un río.

El río que Yahoo atraviesa es rápido y caudaloso, más al estilo de una catarata que de la placidez de los ríos de llanura. El sector del internet es inestable, sujeto a cambios técnicos continuos, asediado por la feroz competencia de nuevos productos, con el agravante de tener reducidos márgenes de beneficios.

Ayer Yahoo anunció que su nuevo jefe será una mujer, Marissa Mayer, ingeniera de sistemas y joven, como corresponde a un sector que hace pocos años ni siquiera existía. Con 37 años de edad, su ingreso a Yahoo es producto de un "robo", pues ella fue sacada de Google, empresa que es precisamente el mayor dolor de cabeza de Yahoo. Se continúa de ese modo una práctica cada vez más común en el sector, basada en el razonamiento de que si la competencia está ganando terreno conviene aprender de ella y tratar de emularla. A ella se le atribuye haber impulsado el diseño simple de la página de búsqueda de Google, donde ingresó en 1999, la vigésima persona en ser contratada. Pero se dice que su carrera en Google había llegado a su tope, y había sido hasta sacada del Comité Operativo de la empresa desde el año pasado.

Su tarea no será fácil. Avasallada por Google y Facebook, las acciones de Yahoo han caído a la mitad del valor que tenían cuando era líder en búsquedas, sus ventas de espacios publicitarios llevan tres años bajando, y quedó retrasada ante el auge de los teléfonos inteligentes.

La designación tiene una importante implicación. Significa que Yahoo prefiere ser dirigida por un técnico enfocado en los usuarios y sus necesidades, y no por una persona con experiencia en gerencia corporativa. Puede ser un signo de frustración por los fracasos anteriores.