Ritmo dominicano a bordo sobre el Sena

PARÍS, FRANCIA. La música recrea una escena común en cualquier calle o centro de diversión de Santo Domingo: las bachatas de Zacarías Ferreira, los merengues de Juan Luis, "el mambo violento" de Omega y los dembows de los exponentes actuales. La gran diferencia es que todo ocurre en una noche fría, sobre las aguas del río Sena, en el mismo corazón de París. Se trata de una discoteca dominicana, a la que acuden tanto criollos como franceses, además de nacionales de otros países latinoamericanos.

El Bugal también hace acto de presencia en algunas de las mesas del bar. El baile, donde las francesas llevan la delantera en número, tampoco marca distancia entre nacionalidades.

La disco lleva más de seis años funcionando en un pequeño barco anclado a la orilla del Sena. El dueño es un joven francés, de nombre Sabastián Guyot, que tras unas vacaciones en la zona turística de Boca Chica, decidió llevarse a Francia un poquito de la estampa dominicana que más le atrajo: su música y su baile. De regreso alquiló el barco, por el que cada mes debe pagar unos 20 mil euros (aunque la rentabilidad del negocio lo soporta, según dice) y montó allí su disco que llamó Nix Nox, usando como logo el mapa del país, cruzado por la frase "100% Dominicana".

Para vencer las barreras que crea la diferencia de ritmo entre ambos países, Guyot contrató los servicios de un profesor de baile, también dominicano.

Isaac Pollinghead, procedente del sector de Los Minas, en Santo Domingo, guía los pasos de unos 400 estudiantes, que cadafin de semana se esfuerzan por aprender específicamente bachata y merengue. Aunque llegan mexicanos, colombianos y venezolanos, los más asiduos son los franceses. Quizás eso explique por qué, en Nix Nox, las francesas pueden mover los pies y las caderas, como cualquier criolla "de pura cepa".

Tania Molina