Las modificaciones a las normativas del sector eléctrico partirán del Pacto
La Asofer se opone a la propuesta de modificación de la CNE mientras Isa Conde dice que la permisología y la discrecionalidad son las principales trabas del sector de las renovables
SANTO DOMINGO. Para el ministro de Energía y Minas, Antonio Isa Conde, cualquier discusión de normativas del sector debe partir del Pacto Eléctrico. Por eso –sentencia- cuando la dirección ejecutiva de la Comisión Nacional de Energía (CNE) envió una propuesta para modificar el Reglamento de Medición Neta que se aplica a los autoproductores de energía, decidió posponer su conocimiento para después de la firma del Pacto, que podría concretarse en enero de 2016 pues considera que la parte estructural quedaría cerrada este año.
La Asociación de Fomento a las Energías Renovables (Asofer) había saltado las alarmas al enterarse de que la CNE había enviado una propuesta de modificación que considera llevaría a la quiebra a unas 130 empresas que ofrecen servicios para autoproductores y podría provocar una pérdida de confianza de los inversores internacionales, pues entre el 60% y el 70% de ellas son de origen extranjero.
A octubre de 2015 la CNE tenía registrados 901 clientes en el Programa de Medición Neta, con una capacidad instalada de 19,715 kilovatios, mientras en 2012 apenas había 112 clientes con 1,581 kilovatios de capacidad. Este incremento a pesar de que la Reforma Fiscal de 2012 disminuyó los incentivos para los autoproductores. La Ley de Incentivo a las Energías Renovables, número 57-07, establece en su artículo 12 que se otorga “hasta un 75% del costo de la inversión en equipos, como crédito único al impuesto sobre la renta”, lo que bajó a un 40% en 2012. Fue en ese contexto cuando surgió la idea de formar la Asofer, cuentan David Paiewonsky, vicepresidente de la Asociación, y Luis Candela, miembro.
Los autoproductores de Medición Neta están en el Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI), y cuentan con un medidor bidireccional. La energía que producen se inyecta al sistema y si a fin de mes los clientes han importado más de la que han exportado pagan los kilovatios consumidos al precio que corresponda por el bloque tarifario y el consumo. En el caso contrario, la empresa distribuidora le acredita esa energía adicional para la factura del mes siguiente y si a fin de año el cliente ha acumulado créditos por exportación de energía, recibe un pago equivalente al 75% tomando en cuenta el precio del primer bloque tarifario, el BTS1, según el reglamento vigente desde 2011. La propuesta enviada por la CNE cambiaría la medición neta en base a kilovatios: se facturará toda energía consumida por los precios establecidos por la Superintendencia de Electricidad y al monto le restarán el equivalente al de la energía que el cliente exportó al sistema. O sea, un cálculo en base al precio de la energía y no a la cantidad de energía. Además, establece un peaje por utilizar las redes de distribución que en el vigente no existe.
“Con esa modificación ningún inversionista se va a meter en autoproducción porque los números no dan. Eso sería matar el sector de las energías renovables en República Dominicana”, sostiene el español Luis Candela, también propietario de una empresa que ofrece los servicios de instalación de placas fotovoltaicas en el país.
Sin embargo, el ministro Isa Conde asegura que este gobierno está comprometido con el impulso a las energías renovables y que cuando tengan que discutir la referida propuesta presentada por el organismo mixto adscrito al Ministerio buscarán el consenso y el equilibrio entre todos los sectores. “Si la balanza se inclinara hacia un lado tiene que ser hacia el lado del fomento a la energía renovable”, enfatiza el ministro.
Pero el funcionario estima que el debate no puede centrarse únicamente en incentivos fiscales –que sólo puede aumentar o disminuir el Congreso Nacional- o sobre los precios, pues observa que el sector debe superar más trabas para que los proyectos fluyan mejor, entre las que está el acceso al financiamiento. La “Hoja de Ruta de Energía Sostenible para la República Dominicana”, elaborada por Worldwatch Institute este año, estima que el cumplimiento de los objetivos en el sector de las energías renovables está obstaculizado por un “confuso maquillaje de los actores, las leyes y los mandatos del sector de la electricidad”, pero también por el incumplimiento de las leyes y los mecanismos con los que debe funcionar el sector.
“No está en el espíritu del gobierno poner más trabas. Ahora, para nosotros el problema fundamental que tiene el fomento a la energía renovable no es un problema de los incentivos económicos (...). El problema básica que sí tenemos que resolver es el problema de la permisología, de la discrecionalidad, de una serie cosas que imponen trabas fuertes e importantes”, reafirma. Y para evitar tanto los largos procesos como esa “discrecionalidad”, Isa Conde –quien asumió como ministro en abril de 2015- se muestra partidario de crear un ventanilla única para el sector energético, que la cartera que dirige impulsaría en 2016.